Por qué Estados Unidos se equivocó acerca de Ucrania y la guerra afgana

Nueva York.— Los ciudadanos ucranianos aprendieron a hacer bombas Molotov a través de los anuncios de servicio público del gobierno, luego, hicieron estallar en llamas los vehículos blindados rusos.

Los soldados de Ucrania organizaron emboscadas y luego dispararon misiles que les proporcionaron los países occidentales contra los tanques rusos.

El presidente del país grabó mensajes desde las calles de su capital, urgiendo a su país a luchar contra los invasores.

Eso fue un marcado contraste respecto a una serie de diferentes imágenes, justo hace siete meses, cuando el Talibán invadió Kabul, la capital de Afganistán, sin que hubiera resistencia.

La mayoría de las tropas afganas abandonaron sus uniformes y armas. El presidente huyó a los Emiratos Árabes Unidos, dejando a su país en manos de los militantes talibanes contra los que había luchado durante dos décadas.

La comunidad de inteligencia y el ejército estadounidense parecieron juzgar mal la voluntad para luchar de los dos países, de acuerdo con los legisladores.

En Afganistán, las agencias de inteligencia pronosticaron que el gobierno y sus fuerzas podrían mantenerse por lo menos seis meses después del retiro de Estados Unidos.

En Ucrania, los oficiales de inteligencia pensaron que el ejército ruso podría tomar Kiev, la capital de Ucrania, en dos días.

Ambas estimaciones demostraron que estaban equivocadas.

El evaluar qué tan bien y qué tan ferozmente un ejército y una nación pueden defenderse a sí mismos, es extraordinariamente difícil.

Existen muchos factores a considerar, incluyendo el liderazgo, los suministros y su disposición, la fortaleza del enemigo y si la fuerza opositora es vista como un invasor.

Esa falla en el cálculo demuestra que aún en la era de la intercepción electrónica y el análisis asistido por una inmensa recolección de información, las relaciones humanas siguen importando para evaluar con precisión la moral de un país o de su ejército.

Si Estados Unidos hubiera visto de manera más realista a Afganistán, los esfuerzos para evacuar afganos que ayudaron a los estadounidenses en la guerra hubiera empezado antes —o tal vez, algunos de los billones de dólares que se destinaron al entrenamiento del ejército de Kabul podrían haber sido gastados de otras maneras.

En cuanto a Ucrania, de acuerdo con los legisladores de ambos partidos, si Estados Unidos hubiera tenido una mejor sensación sobre qué tan fuerte y efectiva ha sido la resistencia ucraniana en contra de la invasión rusa, hubiera enviado más armas al país y con más anticipación.