Por qué el Empire State Building y Nueva York nunca serán los mismos

Nueva York— En algún tiempo simbolizó una manera urbana de trabajar y la resiliencia de la ciudad.

En el segundo año de la pandemia, el futuro del rascacielos más famoso del mundo está en duda.

El Empire State Building, al igual como la ciudad en la que se encuentra, depende de un flujo constante de turistas, de prósperos negocios al detalle y empresas dispuestas a rentar su enorme cantidad de espacios para oficinas.

La pandemia del coronavirus vació los atractivos, tiendas y oficinas, tanto en el edificio como en la ciudad, durante meses.

Ahora que el prometido regreso a la normalidad fue frenado una vez más, los planes que se hicieron para los ocupantes del edificio revelan un significativo cambio cultural.

En entrevistas con docenas de arrendatarios del edificio y un análisis de los registros públicos sugieren que el papel del edificio de oficinas en Estados Unidos ha cambiado, tal vez de manera permanente, y las economías locales que en algún tiempo se centraron en el día laboral tradicional de las 9 a.m. a las 5 p.m., enfrentan un futuro incierto.

En el segundo trimestre, el observatorio del edificio recibió 162 mil visitantes --- un incremento respecto al primer trimestre, pero de todas maneras representó un 83 por ciento por debajo del mismo período en el 2019.

El predicamento del observatorio deja de manifiesto el colapso del turismo en la Ciudad de Nueva York, que ha recibido 45 millones menos de visitantes en el 2020 que en el año anterior, privando a la ciudad de más de 30 billones de dólares para sus arcas.

La mayoría del Empire State Building está destinado a espacios para oficinas. Con su mezcla de grandes y pequeños negocios, el edificio es el mejor barómetro del espacio para oficinas en el estado de Nueva York y la economía de la ciudad que las torres dominadas por empresas globales.

Los arrendatarios que rentan aproximadamente el dos por ciento del espacio para oficinas dijeron que decidieron abandonar el edificio y que la pandemia influenció su decisión.

Global Brands Group, un negocio de venta de zapatos y ropa que tiene su sede en Hong-Kong y es uno de los arrendatarios más importantes del Empire State Building, se acogió a la ley de bancarrota en el mes de julio, el edificio tal vez no recupere el importe que le debe por la renta.