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Estados Unidos
viernes, 22 enero 2021 | 21:07
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Washington— Líderes de alto rango del Departamento de Justicia escucharon en un impactante silencio este mes: Uno de sus compañeros, según les dijeron, diseñó un plan con el presidente Donald J. Trump para despedir a Jeffrey A. Rosen como procurador interino y ejercieron el poder del Departamento para forzar a los legisladores del estado de Georgia para que anularan los resultados de la elección presidencial.
El abogado que trabajó en ese plan, Jeffrey Clark, diseñó algunas maneras para sembrar duda en los resultados de la elección y para impulsar las continuas batallas legales de Trump y la presión sobre los políticos de Georgia.
Debido a que Rosen se rehusó a las intenciones del presidente de llevar a cabo esos planes, Trump tuvo que decidir si despedir a Rosen y reemplazarlo con Clark.
Funcionarios del Departamento, se reunieron en una conferencia telefónica, luego se preguntaron uno al otro: ¿Qué podemos hacer si Rosen es despedido?
La respuesta fue unánime, renunciar.
Su pacto informal finalmente ayudó a persuadir a Trump de mantener a Rosen en su puesto, calculando que el furor sobre una renuncia masiva en la cima del Departamento de Justicia podría eclipsar la atención en sus acusaciones sin fundamento sobre el fraude electoral.
La decisión de Trump ocurrió después que Rosen y Clark le presentaron sus argumentos en una bizarra reunión en la Casa Blanca que los dos funcionarios compararon con el programa “El Aprendiz” de Trump, y uno que pudo haber provocado una crisis constitucional.
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