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Estados Unidos
lunes, 04 enero 2021 | 16:20
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El presidente está obsesionado con su derrota en Georgia, una fijación que puede ser explicada por dos poderosas y concurrentes motivaciones --- una psicológica, y la otra impulsada por el cálculo y aterrizada en la realidad política, según han dicho personas cercanas a él.
Trump simplemente no puede creer que perdió un estado sureño que anteriormente era republicano --- y no puede comprender que su propia impopularidad provocó una realineación política que se estaba gestando en este importante estado.
Al mismo tiempo, él está muy en contacto con la realidad de que mantiene el control del ala derecha del partido, y considera este desempate como un momento valioso para tener una última ventaja política como presidente.
Durante la semana pasada, pasó de apoyar a los candidatos al Senado, aunque lo hizo de una manera tibia, pero luego criticó la legalidad del desempate de una manera mucho más apasionada.
El presidente, que estará presente hoy acompañando a los senadores republicanos David Perdue y Kelly Loeffler, que están en funciones, en Galton, Ga., escribió el viernes en Twitter que el desempate era “ilegal e inválido” pero luego urgió a sus simpatizantes un día después a “prepararse para votar este martes”.
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