Ningún plan a la vista: los problemas de prueba nublan el esfuerzo de recuperación de Trump

Washington— Estados Unidos está luchando por evaluar a suficientes personas para rastrear y controlar la propagación del nuevo coronavirus, un primer paso crucial para la reapertura de partes de la economía, que el presidente Donald Trump está presionando para que se realice antes del 1 de mayo.

Trump lanzó el jueves un plan para aliviar las restricciones comerciales que depende de una trayectoria descendente de pruebas positivas.

Pero más de un mes después de que declaró: "Cualquiera que quiera una prueba, puede hacerse una prueba", la realidad ha sido muy diferente. La gente informa que no puede hacerse la prueba. Los laboratorios y los funcionarios públicos dicen que la escasez crítica de suministros hace que sea imposible aumentar las pruebas a los niveles que los expertos dicen que es necesario para mantener el virus bajo control.

“Hay lugares que tienen suficientes hisopos de prueba, pero no suficientes trabajadores para administrarlos. Hay lugares que limitan las pruebas debido a los criterios del CDC sobre quién debe hacerse la prueba", dijo el Dr. Megan Ranney, médico de emergencias y profesor asociado de la Universidad de Brown." Hay tantas ineficiencias y problemas con la forma en que las pruebas se realizan actualmente en todo este país ".

El plan de Trump prevé la creación de "sitios centinela de vigilancia" que examinarían a las personas sin síntomas en lugares que atienden a personas mayores o poblaciones minoritarias. Los expertos dicen que las pruebas tendrían que aumentar hasta tres veces para ser efectivas.

El plan lleva la responsabilidad de las pruebas a los estados.

"Los gobernadores son responsables de las pruebas", dijo Trump a los periodistas en su sesión informativa del viernes. Dijo que el gobierno federal enviaría 5.5 millones de hisopos nasales a los estados en las "próximas semanas" para ayudar a abordar la escasez.

"Los hisopos pueden hacerlos fácilmente los propios gobernadores", dijo Trump. "Principalmente es algodón, no es gran cosa".

Pero los funcionarios estatales y locales, así como los gerentes de laboratorio, dicen que no pueden ampliar las pruebas hasta que haya más suministros.

Esta semana, los gobernadores, los grupos de médicos y los directores de laboratorio pidieron a la administración Trump que aborde la escasez de hisopos, los equipos de protección y productos químicos de laboratorio altamente especializados, necesarios para analizar el material genético del virus. Los hospitales y los departamentos de salud estatales informan que recorren el mundo para obtener órdenes, compitiendo entre sí y con sus pares en el extranjero en un sistema que el gobernador Andrew Cuomo, de Nueva York, Describió como "caos".

"El gobierno federal no puede lavarse las manos de esto y decir: Oh, los estados son responsables de las pruebas ", dijo Cuomo el viernes mientras se quejaba de la escasez de productos químicos fabricados en China. “No hago relaciones con China. No hago cadena de suministro internacionales".

Trump ha negado que Estados Unidos se haya quedado corto, afirmando que la nación tiene el "sistema de prueba más expansivo y preciso en todo el mundo". Solo en los últimos días, Estados Unidos superó la tasa de pruebas en Corea del Sur, que realizó aproximadamente una prueba por cada 100 personas. El vicepresidente Mike Pence se jactó el jueves de que Estados Unidos Había completado más de 3 millones de pruebas, pero en marzo prometió que se distribuirían 5 millones a mediados de ese mes. Pence dijo a los periodistas el lunes que si los gobernadores "simplemente activaran" máquinas de prueba de alta capacidad infrautilizadas, "podríamos duplicar la cantidad de pruebas en los Estados Unidos literalmente de la noche a la mañana".

"Esa no es la experiencia en Rhode Island", dijo la Gobernadora Gina Raimondo.

La gobernadora demócrata Laura Kelly de Kansas, cuyo estado tiene una de las tasas de pruebas per cápita más bajas del país, dijo a CNN que ha sido difícil obtener suministros para pruebas. El gobernador Jim Justice, Un aliado de Trump, dijo que las pruebas deben intensificarse antes de que pueda levantar las restricciones.

Jennifer Rodríguez, una técnica de farmacia en una importante cadena minorista en California, dijo que su empleador la envió a su casa la semana pasada después de presentar síntomas. Su compañía no la probaría, y ella pasó horas en el teléfono tratando de encontrar un lugar que lo hiciera, dijo.

El departamento de salud del condado de San Luis solo puede analizar 50 muestras por día, y una portavoz dijo que esas pruebas están reservadas para las personas hospitalizadas, los primeros en responder y aquellos que han tenido contacto con personas que dieron positivo. Rodríguez no calificó. Otra clínica le dijo que podría tener que pagar 150 dólares si determinaba que no cumplía con los criterios de la prueba.

"Siento que soy una trabajadora médico, o incluso una persona en primera línea, que debería tener algún tipo de prioridad", dijo Rodríguez.

Para la mayoría de las personas, el nuevo coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos que desaparecen en dos o tres semanas. Para algunos, especialmente los adultos mayores y las personas con problemas de salud existentes, puede causar enfermedades más graves, como neumonía y muerte.

Funcionarios de laboratorio y expertos en salud dijeron a The Associated Press que la escasez de suministros los ha llevado a limitar quién puede ser evaluado. Eso puede dejar de lado a las personas que tienen síntomas pero que no están lo suficientemente enfermas como para ser hospitalizadas, o las personas que no tienen síntomas y pueden transmitir el virus sin darse cuenta. Los expertos dicen que será crucial evaluar a esas personas si la economía va a reabrir.

Ed Thornborrow, director médico del Laboratorio de Microbiología Clínica de la Universidad de California en San Francisco, dijo que quiere realizar 3 mil pruebas por día, pero que ahora solo puede hacer entre 100 y 250 porque no tiene suficientes hisopos nasales. Él trabaja constantemente para encontrar más.

"Eso es lo que paso la mayor parte de mi tiempo en estos días", dijo.

Meghan Delaney, jefa de patología y medicina de laboratorio del Hospital Nacional de Niños en Washington, dice que la escasez de productos químicos conocidos como reactivos están limitando la cantidad de pruebas que su laboratorio puede realizar.

Los proveedores, en respuesta, están restringiendo lo que los hospitales pueden comprar, dijo el Dr. Robin Patel, del laboratorio de enfermedades infecciosas de la Clínica Mayo.

"Es un poco como el racionamiento", dijo Patel.

A principios de marzo, Trump anunció un plan para pruebas a nivel nacional a través de sitios de acceso directo en cadenas como Walmart y Target, vinculados por un sitio web afiliado a Google. Seis semanas después, el sitio web es un programa piloto disponible en solo cuatro condados de California. Pocos de los sitios de los minoristas se han abierto, y los ejecutivos de compañías como Walgreens han dicho que esperan más instrucciones del gobierno federal.

El "zar de las pruebas" de Trump, el doctor Brett Giroir, dijo el viernes que Estados Unidos necesitaría procesar 4.5 millones de pruebas por mes para ingresar a la primera fase de aliviar las pautas de distanciamiento social, bajo el plan de reapertura de la Casa Blanca. Actualmente, Estados Unidos está realizando alrededor de 1 millón de pruebas por semana, dijo Giroir.

"Vamos a seguir presionando más y más a medida que abramos los laboratorios y podamos abrir todos los suministros que necesitamos", dijo Giroir.

Trump y sus diputados han promovido una prueba de 15 minutos desarrollada por Abbott Laboratories como un "cambio de juego". Los funcionarios federales inicialmente distribuyeron 15 máquinas a cada uno de casi todos los laboratorios de salud pública en los estados y territorios de Estados Unidos, Junto con 250 al Servicio de Salud Indígena. Alaska recibió 50.

Pero los gobernadores dicen que no obtuvieron suficientes cartuchos necesarios para realizar un gran número de pruebas.

Rhode Island recibió solo 120, mucho menos de lo prometido. Raimondo dijo que cuando el estado intentó obtener más, Abbott y otros que fabrican los cartuchos de prueba la dirigieron al gobierno federal, que a su vez le dijo que fuera directamente a las empresas. El estado ahora ha recibido 850 pruebas, mucho menos de lo que solicitó, dijo Raimondo el viernes.

Los funcionarios federales de salud se negaron a decir cuántos cartuchos se enviaron inicialmente a los estados, pero dijeron que habrá más disponibles a medida que Abbott aumente la producción. La compañía dice que actualmente produce 50 mil cartuchos por día y ha enviado más de 600 mil a hospitales, clínicas de atención de emergencia y otras instalaciones de atención médica en todo el país.

Los Estados Unidos arruinaron su implementación inicial de pruebas debido a fallas con los kits de prueba desarrollados por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. En febrero se desperdició un tiempo precioso ya que la prueba se corrigió y se redistribuyó. Los laboratorios privados en hospitales, universidades y empresas comerciales no se alistaron completamente en el esfuerzo hasta marzo.

Actualmente, los Estados Unidos están evaluando aproximadamente a 145 mil personas diariamente, para un total de 3.5 millones de resultados informados, según datos estatales compilados por el Proyecto de Seguimiento COVID. Los expertos en salud pública dicen que la capacidad debe ser mucho mayor, en parte para evaluar repetidamente a los trabajadores esenciales y aislar a aquellos que dan positivo y rastrear sus contactos cercanos para prevenir nuevos brotes.

"Probablemente todavía necesitemos hacer tres veces más pruebas de las que estamos haciendo ahora", dijo el doctor Ashish K. Jha, director del Instituto de Salud Global de Harvard. "No veo que Estados Unidos se recupere pronto con 100 mil a 150 mil pruebas".