Estados Unidos

Mueren 21 por negligencia policial en EU

Los accidentes policiales con arma de fuego acabaron con la vida de decenas de personas e hirieron a 45 agentes, más 134 disparos autoinflingidos

Associated Press

martes, 10 diciembre 2019 | 09:25

Associated Press

Seattle— Cientos de heridas a otros agentes, a sus compañeros, a sospechosos y a transeúntes; así como algunas muertes en todo EU han sido causadas por algún policía que dispara su arma accidentalmente, según comprobó una investigación de AP.

Expertos dicen que esto se debe a que no reciben el entrenamiento necesario para poder manejar armas con efectividad, sobre todo en situaciones de vida o muerte.

Según Bill Lewinski, director ejecutivo del Instituto de la Ciencia de la Fuerza de Illinois, los métodos usados para capacitar a los agentes en el uso de armas crean la ilusión de que aprenden a hacerlo, pero son inadecuados.

Cuando una mujer trató de apartar a su hijo de su marido durante una discusión en una acera cubierta de nieve en el 2015, un agente intervino para poner fin a la pelea, pero accidentalmente disparó su arma ante la proximidad de un perro y mató a la mujer mientras su familia miraba horrorizada.

El fiscal decidió que no había que procesar al agente Hill; la familia demandó al agente y al Gobierno local y se llegó a un acuerdo extrajudicial de 2 millones de dólares.

"Se va de vacaciones y cobra, por matar a la madre de mi hijo", declaró la afectada, Gabe Steele, a AP, "nadie jamás nos ofreció una disculpa mí y a mi hijo. Eso duele".

El abogado de Hill no respondió a pedidos de comentarios de la AP.

El mismo año, un sargento de Minnesota detuvo a un motociclista que conducía a exceso de velocidad, para lo cual salió de su vehículo con revólver en mano y, en el fragor del momento, le dio un balazo en el brazo al motociclista por accidente.

En Arkansas, una policía mató accidentalmente a tiros a un individuo al que trataba de esposar en el 2012.

A partir de que un policía sale de la academia, se les examina una o dos veces al año para determinar sus aptitudes, mas no hay pautas a nivel federal, por lo que en cada lugar se aplican parámetros diferentes.

Si bien nadie lleva la cuenta de tales incidentes a nivel nacional, AP analizó informes periodísticos y documentos de organismos policiales de todo el país.

Aunque las conclusiones finales no son completas dada la cantidad de organismos que hay y el hecho de que no es obligatorio reportar esos episodios, ofrecen una idea de la magnitud del problema, documentando mil 422 disparos no intencionales desde el 2012.

Esa cuenta incluye todo episodio en el que se disparó un arma que el agente no quiso disparar, ya sea limpiando o cargando el arma o empujado por la adrenalina al intervenir en un episodio.

Algunos de estos accidentes ocurrieron por algún reflejo muscular o porque el agente simplemente se tropezó.

"En el 99 por ciento de los casos el arma funcionaba bien", dijo Paul Markel, exagente instructor de armas en Mississippi, "el problema es la persona que le llevaba".

AP encontró 21 casos en los que personas murieron cuando un policía disparó accidentalmente, otros 134 en los que el agente se hirió a sí mismo y 45 en los que hirieron a otro agente.

Los agentes balearon accidentalmente a transeúntes en 34 ocasiones y a sospechosos en 19.

Generalmente se hacen dos investigaciones: una por gente de afuera para determinar si hay que procesar a alguien y otra interna que decide si el agente violó los lineamientos sobre manejo de armas y si corresponde suspenderlo.

Distintas dependencias describen los casos como "disparos accidentales", "por negligencia" o "sin intención".

En algunos casos, el agente estuvo desbordado de adrenalina, que a veces puede afectar los sentidos; otros fueron atribuidos a reflejos musculares, en los que una mano o un brazo se contraen.

Para Dout Tangen, director de un programa de armas de fuego del centro de capacitación de policías del Estado de Washington, todos estos incidentes son producto de distintos niveles de negligencia en los que el agente en algún momento violó una o más de las cuatro reglas cardinales del uso de armas.

"Dé por sentado que el arma está cargada, siempre apunte hacia una dirección segura, no tenga el dedo en el gatillo y esté seguro de cuál es su blanco y qué hay detrás de él", enumeró.

Los expertos coinciden en que para reducir estos incidentes hay que reconsiderar el entrenamiento que se da a los agentes, empezando con la duración.

De acuerdo con la investigación de AP, la cantidad de horas de instrucción en el uso de armas varía según el organismo.

En algunos casos se requieren 40 horas, en otros 90, dijo Sean Hendrickson, instructor de la Comisión de Entrenamiento en Justicia Penal del Estado de Washington, pero cuando el agente empieza a trabajar, no está claro qué capacitación adicional recibe.

En cuanto al tipo de entrenamiento, expertos dicen que la mayoría de las academias bombardean al agente con información que es difícil retener, además de que no hay parámetros para el entrenamiento en la academia, ni a lo largo de la carrera de un policía.

"El entrenamiento básico que recibe un agente en la academia de policía es una base sobre la que hay que seguir trabajando'', afirmó Curt Carpenter, un oficial retirado, "el problema es que la academia es a menudo el único entrenamiento que recibe el agente''.

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