Mi casa no va a la par con la pandemia

Mi casa ya no es la que acostumbraba ser.

Un día por la mañana, al pasar por la sala, vi un paquete de Amazon tirado por allí, un montón de mascarillas faciales usadas por allá. Existe una gran probabilidad de que una caja abierta con material para manualidades del campamento de verano de mi hija que tomó a través de Zoom esté en una esquina cerca de la chimenea, esperando que su contenido sea extendido sobre la mesa del comedor en unas cuantas horas --- como si mi comedor siempre hubiera estado allí para ser utilizado para una clase artística.

La sala habitualmente era un lugar relativamente pulcro, en donde había objetos propios de ese lugar --- pero ahora hay un montón de periódicos, una taza de café, pantuflas. Después de cuatro meses en esta existencia llena de coronavirus, ya perdí la noción.

Las habitaciones ya no tienen un propósito definido, ya que cualquier espacio podría convertirse en cualquier momento en un gimnasio, salón de clases, salón de videoconferencias con la cámara colocada de manera experta para ocultar ese desastre.

Las sirvientas que han vuelto a prestar sus servicios en los hogares están encontrando que las habitaciones necesitan una limpieza profunda. No sólo los dueños de las casas están teniendo problemas para realizar las tareas domésticas semanales, sino que también están usando mucho más los espacios.

Faith Roberson, una organizadora de hogares en Manhattan, sugiere que hay que escoger un día para cada tarea doméstica y apegarse a ella. Aunque tampoco hay que angustiarse mucho, no por el hecho de que estemos todo el día en casa tengamos que ponerle toda nuestra atención.