Marcados por el Covid, aspiran a convertirse en una fuerza política en EU

Washington— En los grupos de Facebook, las cadenas de texto y las llamadas de Zoom después del trabajo, los sobrevivientes del Covid-19 y los familiares de quienes murieron a causa de él se están organizando en una vasta fuerza de cabildeo de base que se está enfrentando a las políticas divisivas que ayudaron a cambiar la pandemia en una tragedia nacional.

Con nombres como “Covid Survivors for Change”, los grupos que nacen del dolor y la necesidad de apoyo emocional están recurriendo a la defensa, escribiendo ensayos en periódicos y capacitando a los miembros para presionar por cosas como beneficios de salud mental y discapacidad; licencia por enfermedad pagada; investigación sobre los “transportistas de larga distancia” de Covid; una comisión para investigar la pandemia y un feriado nacional para honrar a sus víctimas.

Mientras el presidente Biden intenta guiar al país hacia un futuro pospandémico, estos grupos están diciendo: "No tan rápido". Decenas de sobrevivientes y familiares planean venir a Washington la próxima semana para los "Días de lobby de las familias y sobrevivientes de las víctimas de Covid", un evento de tres días con oradores, instalaciones de arte y reuniones en el Capitolio y, esperan, ser recibidos en la Casa Blanca.

La defensa de los pacientes no es nueva en Washington, donde grupos como la Sociedad Estadounidense del Cáncer han perfeccionado el arte de presionar para obtener fondos de investigación y mejoras en la atención. Pero desde los primeros días de la epidemia del VIH/SIDA, una enfermedad no ha sido tan teñida por la política, y los nuevos activistas de Covid, están navegando por terrenos desafiantes.

Una resolución de la Cámara que expresa su apoyo a la designación del 1 de marzo como un día para conmemorar a las víctimas de la pandemia tiene 50 copatrocinadores, todos demócratas. El llamado a una comisión de investigación se ha recibido con el silencio de Biden, quien parece decidido a mirar hacia adelante en lugar de irritar a los republicanos al respaldar una investigación que se centraría en parte en el expresidente Donald J. Trump. El rencor partidista que acabó con un plan para investigar el motín del 6 de enero en el Capitolio ha hecho que la búsqueda de respuestas de los activistas de Covid sea aún más desafiante.

“Este no es un ejercicio político de acusaciones”, se quejó Diana Berrent, de Long Island, quien fundó el grupo Survivor Corps. “No estamos buscando una prueba de quién tenía razón y quién estaba equivocado. Necesitamos una autopsia de lo que sucedió".