Lo republicanos rivalizan entre Abbott y DeSantis

Pero el truco de DeSantis también molestó a un grupo completamente diferente: compañeros republicanos en Austin, incluidos algunos de los aliados y ayudantes del gobernador Greg Abbott de Texas.

Públicamente, Abbott no ha criticado los vuelos de migrantes de DeSantis desde su estado. “Estoy feliz por cada estado que quiera ayudar”, dijo Dave Carney, el principal estratega de campaña de Abbott.

Pero en privado, la táctica del gobernador de Florida molestó al equipo de Abbott. Nadie en la oficina del gobernador de Texas recibió un aviso de que DeSantis planeaba reunir a inmigrantes en San Antonio, según personas familiarizadas con el asunto.

Abbott había gastado meses, y millones de dólares de impuestos estatales, orquestando metódicamente un programa de reubicación que, desde abril, había transportado en autobús a 11 mil inmigrantes a Washington, Nueva York y Chicago. La adaptación DeSantis fue considerablemente más pequeña.

Pero inmediatamente puso el foco de atención nacional en DeSantis, acaparando titulares y ganándose elogios de los republicanos y la condena de los demócratas. También condujo a una investigación por parte del alguacil en San Antonio y una demanda de los inmigrantes que dijeron que habían sido atraídos a los aviones con falsos pretextos. DeSantis atrajo la atención de la derecha estadounidense usando la táctica de Abbott, en el territorio de Abbott, con un efecto más grande y dramático.

El instinto de DeSantis para el teatro político lo ha ayudado a convertirse rápidamente en la principal alternativa de los republicanos al expresidente Donald J. Trump. Incluso los republicanos de Texas les dicen a los encuestadores que prefieren a DeSantis antes que a Abbott para presidente en 2024.

Los dos gobernadores republicanos se han visto envueltos en una competencia cada vez más arriesgada de superioridad, ejerciendo sus propias marcas únicas de conservadurismo y empujando los límites mediante el uso de inmigrantes desesperados para obtener ganancias políticas. En Florida, el año pasado DeSantis reflexionó ante los donantes sobre la buena fortuna política de Abbott de compartir 1 mil 254 millas de frontera con México y se quejó de que no tenía lo mismo para usar como telón de fondo, según una persona familiarizada con la conversación.

A pesar de todas las fanfarronadas, la guerra entre Austin y Tallahassee es decididamente más fría que caliente. Sin embargo, los movimientos políticos de los dos gobernadores que antagonizan a la administración de Biden y al Partido Demócrata en su conjunto se han desarrollado como una llamada y respuesta interestatal, con repercusiones nacionales.