Líderes republicanos criticaron en privado a Trump tras ataque al Capitolio

Washington.- En los días posteriores al ataque del 6 de enero al edificio del Capitolio, los dos principales republicanos en el Congreso, el representante Kevin McCarthy y el senador Mitch McConnell, dijeron a sus asociados que creían que el presidente Trump era el responsable de incitar los disturbios mortales y prometieron sacarlo de la política. McCarthy fue tan lejos como para decir que presionaría a Trump para que renunciara de inmediato: “Estoy harto de este tipo”, le dijo a un grupo de líderes republicanos.

Pero en cuestión de semanas ambos hombres dieron marcha atrás en una pelea total con Trump porque temían represalias de él y su movimiento político. Su impulso para actuar se desvaneció rápidamente cuando quedó claro que significaría votaciones difíciles que los pondrían en desacuerdo con la mayoría de sus colegas.

“No llegué a ser líder votando con cinco personas en la conferencia”, le dijo a un amigo McConnell, el líder republicano del Senado.

Las expresiones confidenciales de indignación de McCarthy y McConnell, de las que no se ha informado anteriormente, ilustran el abismo inmenso entre lo que los líderes republicanos dicen en privado sobre Trump y su deferencia pública hacia un hombre cuyo control del partido ha sido prácticamente indiscutible durante media década.

La rápida retirada de los líderes en enero de 2021 representó una capitulación en un momento de extraordinaria debilidad política para Trump, quizás la última y mejor oportunidad para que los principales republicanos recuperen el control de su partido de manos de un líder que había avivado una insurrección contra la propia democracia estadounidense.

La oficina de McConnell se negó a comentar. Mark Bednar, un portavoz de McCarthy, negó que el líder republicano les haya dicho a sus colegas que presionaría a Trump para que dejara el cargo. “McCarthy nunca dijo que llamaría a Trump para decirle que debería renunciar”, dijo Bednar.