Las agencias de inteligencia están siendo presionadas para utilizar más satélites comerciales

Washington- Un grupo de satélites operados por una compañía estadounidense, llamada HawkEye 360, miró hacia el Medio Oriente a principios de este año y descubrió ondas de radio y radar asociadas con una flota pesquera con sede en China frente a la costa de Omán.

Cuando la compañía comparó los datos con la información de los satélites de la NASA que rastrean las fuentes de luz en la superficie de la Tierra, descubrió que las embarcaciones estaban usando luces potentes, una señal reveladora de la caza de calamares, mientras navegaban secretamente hacia las aguas de pesca de Omán con sus transpondedores de seguimiento apagados.

La vigilancia fue una especie de prueba tecnológica; en este caso, la empresa no notificó ni a Omán ni a China. Pero el trabajo, dijeron funcionarios de la compañía, demostró el tipo de inteligencia que se puede obtener de sus satélites, que también han detectado actividad militar en la frontera entre China e India, han rastreado a los cazadores furtivos en África en busca de grupos de vida silvestre y han seguido los teléfonos satelitales utilizados por los contrabandistas.

Con el Congreso presionando a la administración de Biden para que haga un mayor uso de los satélites comerciales, los funcionarios de inteligencia están comenzando a otorgar nuevos contratos para demostrar que pueden aumentar las capacidades de los satélites espías, altamente clasificados, con los servicios cada vez más sofisticados disponibles del sector privado.