La legislación Floyd revela una división en el movimiento de reforma policial

Nueva York— Monifa Bandele se convirtió en organizadora comunitaria a fines de la década de 1990, luego de que la policía de la ciudad de Nueva York matara a tiros a un joven inmigrante negro desarmado llamado Amadou Diallo en el Bronx.

En las dos décadas transcurridas desde entonces, fue testigo repetida de las reformas policiales que no lograron evitar que los negros murieran a manos de los oficiales. Algunas de esas reformas son ahora parte de la legislación federal que se está negociando en nombre de George Floyd, el hombre negro cuyo asesinato bajo las rodillas de un oficial blanco de Minneapolis el año pasado provocó protestas en todo el mundo.

Por ejemplo, la legislación exige la prohibición de los estrangulamientos, un paso que ya había dado la ciudad de Nueva York antes de la muerte de Eric Garner en 2014, quien en un encuentro con la policía de Nueva York pronunció las mismas últimas palabras que Floyd: "No puedo respirar".

A medida que se acerca el aniversario de la muerte de Floyd, algunos partidarios de la reforma dicen que la mejor manera de honrarlo sería que el Congreso aprobara la Ley de Justicia en la Policía de George Floyd. Pero muchos activistas advierten que algunas de las reformas propuestas no han sido suficientes para detener los abusos policiales del pasado, lo que refleja una división dentro del movimiento sobre lo que constituiría un progreso real.

"Lo que nos hemos dado cuenta en las últimas décadas es que los departamentos de policía, con sus presupuestos desmesurados y su poder político descomunal, pueden superar las políticas reformistas", dijo Bandele, organizador del Movimiento por Vidas Negras, una coalición. de más de 150 organizaciones de defensa lideradas por negros que se opone a la legislación Floyd porque no golpea con suficiente fuerza el racismo sistémico.

El proyecto de ley también incluye prohibiciones de redadas policiales sin golpes como la de Louisville, Kentucky, que mató a Breonna Taylor, una joven trabajadora negra de primera línea. Crearía un registro nacional para los oficiales que son sancionados por faltas graves de conducta, entre otras propuestas.

Aunque Bandele cree que el proyecto de ley tiene buenas intenciones, ahora no es el momento de conformarse con las mismas viejas ideas, dijo.

“Nuestro deber es que tenemos que hacer una mayor demanda”, dijo.

En el Congreso, las esperanzas de aprobar un paquete antes del 25 de mayo se han desvanecido a medida que avanzan las negociaciones entre la Cámara y el Senado. Pero la principal negociadora, la representante Karen Bass, una demócrata de California, dijo que mantiene la esperanza de un eventual compromiso.

La Cámara aprobó la amplia reforma policial a principios de este año, pero enfrenta una dura resistencia de los republicanos en el Senado, que está dividido. El senador republicano Tim Scott de Carolina del Sur tiene una alternativa más modesta, y las partes han estado involucradas en largas negociaciones privadas sobre un posible compromiso.

"Es más importante que lo hagamos bien y que tengamos un proyecto de ley sustantivo, en lugar de hacer algo ceremonial debido a la fecha", dijo Bass a los periodistas el miércoles en Capitol Hill.

Un debate clave ha sido si permitir que los agentes de policía individuales sean demandados por sus acciones, cambiando las llamadas protecciones de inmunidad calificada para las fuerzas del orden. Los republicanos se oponen en gran medida a ese enfoque y prefieren responsabilizar a los empleadores de los oficiales.

Uno de los principales demócratas, el representante James Clyburn de Carolina del Sur, el legislador negro de mayor rango en el Congreso, sugirió que estaría abierto a un compromiso, y Bass dijo que estaba de acuerdo con su punto más amplio de que no vale la pena alejarse de un acuerdo si Los demócratas no pueden incluir todas las prioridades.

“También estoy de acuerdo en que el día que el presidente Biden firme este proyecto de ley, al día siguiente, seguiremos trabajando”, dijo Bass. “Porque este proyecto de ley, creo, será significativo. Pero de ninguna manera, forma o forma creo que será suficiente ".

La policía ha matado a aproximadamente 1,000 personas en los EE. UU. Cada año desde 2015, y un número desproporcionado de víctimas ha sido negro. Los estudios de datos de justicia penal muestran que los estadounidenses negros tienen muchas más probabilidades que los estadounidenses blancos de ser detenidos por la policía y tienen hasta tres veces más probabilidades de ser registrados.

Los hombres negros tenían 2,5 veces más probabilidades que los hombres blancos de ser asesinados por la policía entre 2013 y 2018, según un estudio de 2019 publicado por la Academia Nacional de Ciencias. Las mujeres negras tenían 1,4 veces más probabilidades que las mujeres blancas de ser asesinadas por la policía, según el mismo estudio.

Una nueva encuesta del Centro de Investigación de Asuntos Públicos de Associated Press-NORC muestra que la mayoría de los estadounidenses creen que se necesitan grandes cambios para reformar el sistema de justicia penal. En general, el 25% piensa que necesita una revisión completa, mientras que otro 43% piensa que necesita cambios importantes. El veintisiete por ciento piensa que se necesitan cambios menores, mientras que solo el 4% piensa que no se necesitan cambios.