Estados Unidos

La amenaza climática oculta en las plantas de gas y petróleo de EU

Liberan grandes cantidades de metano, mientras la administración de Trump debilita las restricciones a los responsables

The New York Times

jueves, 12 diciembre 2019 | 11:00

The New York Times

Nueva York.- A simple vista, no hay nada fuera de lo común en la planta de procesamiento de gas DCP Pegasus en el oeste de Texas, una de las miles de instalaciones en la vasta cuenca Pérmica que ha transformado a Estados Unidos en el mayor productor de petróleo y gas del mundo.

Pero una cámara altamente especializada ve lo que el ojo humano no puede: una enorme fuga de metano, el componente principal del gas natural y un potente gas de efecto invernadero que está ayudando a calentar el planeta a un ritmo alarmante.

Dos periodistas del New York Times detectaron esto desde un pequeño avión, repleto de equipos científicos, dando vueltas sobre los sitios de petróleo y gas que se ubican por toda la cuenca Pérmica, un campo petrolero más grande que el estado de Kansas. En solo unas pocas horas, los instrumentos del avión identificaron seis sitios con emisiones de metano inusualmente altas.

El metano es poco regulado, es difícil de detectar y va cada vez más en aumento. La investigación aérea y terrestre del Times, junto con un examen de las actividades de cabildeo por parte de las compañías propietarias de estos sitios, muestra cómo la industria energética busca y gana regulaciones federales más flexibles sobre el metano, un importante contribuyente al calentamiento global.

Los operadores de los sitios identificados por The Times se encuentran entre las mismas compañías que han presionado a la administración de Trump, ya sea directamente o a través de organizaciones comerciales, para debilitar las regulaciones sobre metano, una revisión de las presentaciones regulatorias, las minutas de las reuniones y los registros de asistencia. Estas compañías locales, junto con los grupos presión de la industria petrolera que representan a las compañías de energía más grandes del mundo, están luchando contra normas que los obligarían a corregir de manera más agresiva este tipo de emisiones.

El próximo año, la administración podría avanzar con un plan que eliminaría efectivamente los requisitos de que las compañías petroleras instalen tecnología para detectar y reparar las fugas de metano en las instalaciones de gas y petróleo. Según los propios cálculos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), la reversión de tales requisitos aumentaría las emisiones de metano a 370 mil toneladas para el 2025, lo suficiente como para dar energía a más de un millón de hogares durante un año.

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