Grandes desafíos económicos aguardan a Biden y la Reserva Federal este otoño

Washington - La economía de Estados Unidos se dirige hacia un otoño cada vez más incierto, ya que un aumento en la variante Delta del coronavirus coincide con el vencimiento de los beneficios de desempleo ampliados para millones de personas, complicando lo que se suponía era un regreso a la normalidad con una ola de trabajadores reingresando al mercado laboral.

Esa dinámica está creando un desafío inesperado para la administración de Biden y la Reserva Federal en la gestión de lo que ha sido una recuperación bastante rápida de una recesión. Durante meses, los funcionarios de la Casa Blanca y el banco central han señalado la caída como un posible punto de inflexión para una economía que está luchando por sacudirse por completo los efectos de la pandemia, particularmente en el mercado laboral, que sigue estando millones de puestos por debajo de los niveles prepandémicos.

La disponibilidad generalizada de las vacunas contra el Covid-19, la reapertura de las escuelas y la expiración de los beneficios por desempleo mejorados se han visto como un potente cóctel que debería sacar a los trabajadores de los márgenes y hacerlos entrar en los millones de puestos de trabajo que los empleadores dicen tener problemas para cubrir.

Pero esa perspectiva optimista podría verse amenazada por el resurgimiento del virus y la respuesta de los legisladores. Las grandes empresas ya están retrasando los planes de regreso a la oficina, una señal temprana y visible de que es posible que la vida no vuelva a la normalidad tan rápido como se esperaba. Al mismo tiempo, los apoyos federales de larga duración para las personas afectadas por la pandemia están desapareciendo, incluida una moratoria de los desalojos, que terminó el sábado, y 300 dólares adicionales por semana para los trabajadores desempleados. Ese beneficio vence el 6 de septiembre y algunos estados se han agilizado para terminarlo antes.

Los economistas de la Casa Blanca han dicho que aún no ven la necesidad de considerar nuevas medidas importantes para impulsar la recuperación. Después de meses de crecimiento económico de gran éxito, la caída de las cifras de desempleo y las quejas de los líderes empresariales y republicanos de que el apoyo del gobierno está impidiendo que los trabajadores tomen puestos de trabajo, los funcionarios de la administración siguen encerrados en su postura política actual a pesar de los renovados riesgos.