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Estados Unidos

Genera tensión incómoda amenaza de huelga del UAW

Dice que sus trabajadores merecen más dinero debido a la alta inflación y su trabajo durante la pandemia para sobrevivir tiempos más oscuros

Agencia Reforma

martes, 12 septiembre 2023 | 07:42

Associated Press

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Nueva York, EU.- Los fabricantes automotrices de Detroit están disfrutando de una racha de varios años de ganancias vertiginosas. La forma en que se debe utilizar ese montón de efectivo está al meollo de un inminente enfrentamiento con el sindicato United Auto Workers, que amenaza con emplazar a huelga el viernes.

General Motors, Ford Motor y Stellantis, el fabricante del Jeep, están negociando nuevos contratos laborales de cuatro años con el UAW para unos 146 mil trabajadores estadounidenses.

Las armadoras dicen que necesitan el dinero para financiar su cambio a vehículos eléctricos; el sindicato dice que sus trabajadores merecen más dinero debido a la alta inflación, su trabajo durante la pandemia y las concesiones hechas en negociaciones pasadas para ayudar a los fabricantes de automóviles a sobrevivir tiempos más oscuros.

Semanas de intensas conversaciones y combativas andanadas públicas aún no han producido un acuerdo para ninguno de los fabricantes de autos. Los líderes sindicales mencionan que los miembros están preparados para declararse en huelga en cualquier empresa que no haya llegado a un acuerdo laboral tentativo después de que los contratos actuales expiren a las 23:59 horas del jueves.

Las conversaciones en Detroit están exponiendo una tensión incómoda entre la reciente racha de ganancias de las armadoras y las advertencias de los ejecutivos automotrices sobre una pronunciada curva de costos en el futuro mientras se apresuran a producir más vehículos eléctricos.

A los ejecutivos del sector automotriz les preocupa que absorber un gran aumento en costos laborales los pondría en condiciones de desigualdad respecto a sus rivales, particularmente al gastar dinero para desarrollar sus ofertas eléctricas y cerrar la brecha con el líder de los vehículos eléctricos, Tesla.

A corto plazo, una huelga en una fábrica amenazaría con trastocar el lanzamiento de varios modelos nuevos de vehículos eléctricos en Detroit y potencialmente agotar miles de millones de dólares en ganancias.

La última gran huelga de la industria en Estados Unidos fue en el 2019, cuando 46 mil trabajadores abandonaron las fábricas de GM durante 40 días. El paro laboral borró alrededor de 3.6 mil millones de dólares de los resultados de la empresa.

Los líderes del UAW ven esta ronda de negociaciones como una excelente oportunidad para recuperar importantes concesiones hechas en los últimos 20 años, especialmente en torno a la crisis financiera del 2007-09. El sindicato renunció a lucrativas garantías de seguridad laboral y prestaciones para los jubilados cuando los fabricantes automotrices sufrieron grandes pérdidas, con tanto GM como el predecesor de Stellantis, Chrysler, declarándose con el tiempo en bancarrota.

Los sindicatos que representan a los trabajadores de otras industrias -incluyendo American Airlines- han logrado aumentos salariales considerables recientemente, lo que ha dado impulso a las ambiciosas demandas del UAW. Los trabajadores estadounidenses también han ganado apalancamiento durante el ajustado mercado laboral de los últimos años, y un periodo de inflación récord ha dejado a muchos exigiendo y recibiendo salarios más altos.

Los líderes sindicales y los trabajadores señalan que los costos involucrados en la transición a los vehículos eléctricos no son una excusa para escatimar en los aumentos de los trabajadores.

"No se trata sólo de dinero. Es mucho más que esto", aseveró Elwanza Guess, trabajadora en una planta de Stellantis en Michigan, durante una práctica de huelga en agosto. "Las compañías han tomado, tomado, tomado, pero no han apreciado a los trabajadores que los están ayudando a llegar allí".

Shawn Fain, presidente de la UAW, ha repetido su mantra "ganancias récord significan contratos récord" y señala a las presiones inflacionarias que han afectado los bolsillos de los trabajadores en un momento en que se les han concedido aumentos a los directores ejecutivos del sector automovilístico.

A estas alturas del proceso de negociación, los líderes sindicales normalmente se concentrarían en llegar a un acuerdo con una compañía. Pero los negociadores del UAW continúan negociando con las tres, en lugar de centrarse en una sola, lo que plantea la posibilidad de que el sindicato pueda emplazar a huelga en más de una de las compañías si no pueden llegar a acuerdos antes de la fecha límite del jueves.

Una huelga en las tres compañías enviaría a los trabajadores sindicalizados de docenas de fábricas estadounidenses a la inactividad, un paro laboral sin gran precedente en la historia automotriz.

Incluso una huelga de 10 días a esta escala podría conducir a una pérdida de 5 mil millones de dólares en actividad económica para la industria automotriz, arroja un análisis del Anderson Economic Group, con sede en Michigan.

La UAW tiene un fondo de huelga de 825 millones de dólares para ayudar a compensar la pérdida de salarios de sus miembros durante una huelga. Esa cantidad es suficiente para cubrir una huelga de aproximadamente dos meses en las tres armadoras, calculan los analistas.

El sindicato también podría adoptar un enfoque más específico, atacando plantas clave de transmisiones o motores que cortarían el suministro de componentes a otras plantas de ensamblaje. También podría optar por declarar en huelga sólo una compañía, como hizo en la última ronda de conversaciones.

Los líderes del UAW están presionando por un aumento salarial de al menos 40% durante los cuatro años de los contratos. También exigen 40 horas de pago por una semana laboral de 32 horas, el restablecimiento de las prestaciones médicas para los jubilados y un menor uso de trabajadores temporales.

Hasta la semana pasada, las partes todavía parecían muy distanciadas en cuanto a la cuestión salarial. Stellantis propuso el viernes un aumento salarial del 14.5%. Mientras tanto, Ford ha ofrecido un aumento del 9% y GM ofreció un 10%.

GM y Ford también han propuesto pagos globales adicionales, más de 16 mil dólares en bonos a la hora de firmar y pagos de protección contra la inflación. Fain calificó sus ofertas como un insulto.

Las empresas tienen costos laborales significativamente más altos en comparación con los fabricantes de automóviles extranjeros y Tesla. Se estima que la empresa de Elon Musk incurre en alrededor de 45 dólares en costos laborales por hora, incluyendo las prestaciones, según fuentes de la industria. Los costos salariales por hora de los fabricantes de automóviles asiáticos rondan los 55 dólares.

Un analista de Wells Fargo estimó que si se aprobaran todas las demandas del UAW, los costos laborales promedio por hora para las empresas de Detroit se dispararían de aproximadamente 66 dólares por hora a 136 dólares por hora.

Fain señala a un aumento en las ganancias de los fabricantes de automóviles desde la última vez que se establecieron los niveles salariales, en el 2019.

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