Funcionarios estadounidenses buscan formas de impedir la guerra

Washington.— En una serie de reuniones ultrasecretas el pasado octubre, el equipo de seguridad nacional del presidente Biden presentó información de inteligencia que podría desatar pronto un feroz esfuerzo para impedir lo que se convertiría en el conflicto armado más grande en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Vladimir V. Putin, el presidente ruso, se está preparando para invadir Ucrania, según le dijeron a Biden oficiales de inteligencia y del ejército de alto rango.

Al reunirse cada mañana en la Oficina Oval para la evaluación de la amenaza global, describieron imágenes de satélite de fuerzas rusas avanzando metódicamente hacia la frontera con Ucrania.

No sólo Estados Unidos tiene imágenes de tropas moviéndose y colocándose en posición, también se enteraron de los planes del ejército ruso que está haciendo una campaña en contra de Ucrania —que ya empezó.

En una de las reuniones matutinas, Biden envió al director de la CIA, William J. Burns, a Moscú con un mensaje para Putin: Sabemos lo que están planeando hacer.

Detenerlo será un desafío. Muchos de los aliados más cercanos de Estados Unidos estaban escépticos de que Putin —que es el maestro de la desinformación— pueda invadir.

El uso de fuerzas militares de Estados Unidos contra Rusia no se contempló, así que los aliados tendrán que amenazar a Putin con sanciones económicas tan severas que también tendrían consecuencias en Europa y Estados Unidos.

Y no es seguro que los republicanos del Congreso apoyen lo que haga la administración.

Al final de este día, Estados Unidos y sus aliados impusieron sanciones limitadas, reservándose el resto de su respuesta dependiendo de las medidas que tome Putin.