Enfrenta Nikki Haley camino traicionero para mujeres en el Partido Republicano

Según Nikki Haley, la mejor manera de dominar a los acosadores es con una patada con tacones.  Lograr una nueva visión de país requiere el liderazgo de una “mujer dura como un clavo”. Y el cambio generacional comienza con poner a una “mujer ruda en la Casa Blanca”.

De manera tanto abierta como sutil, Haley, exembajadora de las Naciones Unidas y gobernadora de Carolina del Sur, está estableciendo su candidatura presidencial de 2024 como la última prueba de las actitudes del Partido Republicano sobre las mujeres líderes. Ninguna mujer ha ganado nunca una primaria presidencial republicana estatal, y mucho menos la nominación del partido, y Haley es la primera en presentar una candidatura desde que el expresidente Donald J. Trump, quien atacaba regularmente a las mujeres en términos extraordinariamente gráficos y vulgares, ascendió a jefe del partido.

Los primeros días de la campaña de Haley, que anunció el pasado martes, ilustraron rápidamente los desafíos que enfrentan las mujeres republicanas. Durante décadas, las líderes femeninas de ambos partidos han luchado con lo que los politólogos llaman el doble vínculo: la dificultad de demostrar la fuerza y la competencia de uno, mientras se cumplen las expectativas de calidez de los votantes, o de ser "lo suficientemente agradable", como dijo una vez el expresidente Barack Obama de Hillary Clinton durante un debate primario de 2008.

Pero para las mujeres republicanas, ese doble vínculo viene con un giro. Hay votantes conservadores que albergan puntos de vista tradicionales sobre la feminidad mientras esperan que sus candidatos parezcan "duros". Varios estrategas sugirieron que los votantes de las primarias republicanas tendrían poca paciencia si una candidata hiciera acusaciones de sexismo hacia otro republicano. Y Trump, que sigue siendo una figura poderosa en el partido y se postula nuevamente, ya ha atacado a Haley con críticas que algunos ven como de género.

Incluso antes de que entrara en la contienda, Trump descartó a Haley como "demasiado ambiciosa", lo que llamó la atención de algunos observadores por sexista. También se enfrentó a un presentador masculino de CNN, quien afirmó que Haley y las mujeres de su edad (51 años, décadas más jóvenes que Trump o el presidente Biden) habían pasado su “mejor momento”.

Haley, a quien podrían unirse otras candidatas, incluida la gobernadora Kristi Noem de Dakota del Sur, está operando dentro de un partido republicano  que a menudo ha descartado el debate sobre la identidad como competencia de la izquierda y, en muchos rincones, ha criticado cada vez más las discusiones sobre género y raza.