El comienzo del fin de la pandemia de coronavirus

El anuncio se produjo aproximadamente un año después de que se documentaran los primeros casos de covid-19 en Hubei, China. Desde entonces, el virus ha cobrado un precio mundial devastador: al menos 64 millones de personas se han enfermado y más de 1.4 millones han muerto. Las economías grandes y pequeñas quedaron devastadas por los cierres de fronteras y los cierres fronterizos.

Que una vacuna pueda ser desarrollada, probada y aprobada en ese período es una hazaña innegable. Durante una entrevista el miércoles por la mañana, Ugur Sahin, director ejecutivo de BioNTech, estaba radiante de orgullo. "Creemos que es realmente el comienzo del fin de la pandemia, si podemos asegurar ahora un lanzamiento audaz de nuestra vacuna", dijo a CNN. Más países necesitan aprobar la vacuna, dijo, pero "es un buen comienzo".

Sahin tenía razón: esto es solo el principio del fin. Y exactamente qué tan cerca podría estar el final de la pandemia depende de su punto de vista.

Gran Bretaña, que ha perseguido una respuesta pandémica confusa en muchos otros aspectos, ha sido proactiva con las vacunas. El gobierno británico ha cerrado acuerdos con varios fabricantes, que ascienden a más de cinco dosis por persona. Ha pedido por adelantado 40 millones de dosis de la vacuna Pfizer y fue más rápido que Estados Unidos y Alemania, hogares de las empresas que la crearon, en aprobarla.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y la Agencia Europea de Medicamentos de la Unión Europea ahora enfrentan llamadas para acelerar su cronograma. Otros países también pueden estar sintiendo presión. El miércoles, el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó a su país que también comenzara con las vacunaciones la próxima semana, a pesar de que la vacuna de producción nacional de Rusia se ha enfrentado a pruebas menos rigurosas.

A medida que se intensifica la carrera de las vacunas, los países pobres podrían quedarse atrás. No pueden rivalizar con el poder científico o económico de las naciones más ricas en lo que respecta al desarrollo o la adquisición de vacunas. Las estimaciones del Duke Global Health Innovation Center en Durham, N.C., sugieren que algunas personas en países de bajos ingresos pueden tener que esperar hasta 2024 para vacunarse.