Diario
Estados Unidos
viernes, 25 enero 2019 | 11:11
Washington.- Aunque el dividido Senado de Estados Unidos rechazó la víspera los proyectos demócratas y republicanos para poner fin al cierre parcial del gobierno, ya en su 35to día, los reveses dieron lugar a negociaciones entre los partidos con el fin de detener temporariamente la paralización más larga de la historia de las agencias federales y los daños que esto provoca al país.
En la primera conversación seria en varias semanas, el líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, convocó al líder de la minoría, el demócrata Chuck Schumer, a su oficina el jueves para estudiar los pasos siguientes que permitan salir del impasse.
Los senadores de ambas bancadas presentaron un plan para reabrir las agencias durante tres semanas y pagar sueldos atrasados a cientos de miles de empleados públicos mientras los negociadores buscan un acuerdo.
En la Casa Blanca, el presidente Donald Trump dijo a la prensa que apoyaría un ``acuerdo razonable``. Insinuó que quería un ``anticipo prorrateado`` para el muro en la frontera con México, pero no aclaró el término. Dijo que tiene ``otras alternativas`` para financiar el muro, en aparente referencia a su declaración de que podría declarar una emergencia nacional y financiar la construcción del muro con fondos de otros rubros del presupuesto federal.
``Al menos estamos hablando. Eso es mejor que antes``, dijo McConnell a la prensa en una de las declaraciones más alentadoras que se haya escuchado desde que comenzó el cierre el 22 de diciembre.
Aun así, no estaba claro si las conversaciones darían resultado.
La presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, cuya relación con Trump parece deteriorarse día a día, dijo a la prensa que un anticipo ``grande`` no sería un ``acuerdo razonable``. Preguntada si sabía a qué monto se refería Trump, dijo: ``no sé si él mismo sabe de qué está hablando``.
El vocero de Schumer, Justin Goodman, dijo que los demócratas han dejado en claro que ``no apoyarán fondos para el muro, prorrateados o no``.
A todo se suma la dura realidad que enfrentan 800.000 empleados públicos federales, que el viernes tendrán su segundo día de pago sin su cheque acostumbrado.