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Estados Unidos

El caso de Stormy Daniels

De soborno a actriz porno a... ¿acusación formal contra Trump?

Pago por el silencio de la estrella para adultos por parte del republicano podría valerle una condena

The New York Times

domingo, 26 marzo 2023 | 06:00

The New York Times

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En aquel momento todo era más sórdido que trascendental. Una estrella de la telerrealidad invitó a una actriz porno que tenía la mitad de su edad a una habitación de hotel después de una ronda en un torneo de golf de celebridades. Ella llegó con un vestido de lentejuelas doradas y tacones con tiras. Él le prometió salir en televisión y luego, ella aseguró, se acostaron.

Sin embargo, la cadena de acontecimientos derivados del encuentro de 2006 que la estrella del cine para adultos Stormy Daniels ha dicho que tuvo con la personalidad de la televisión Donald Trump está a punto de convertirse en un acontecimiento histórico: la primera acusación penal formal contra un expresidente de Estados Unidos.

El fiscal de Distrito de Manhattan, Alvin Bragg, señaló que está preparándose para presentar cargos por delitos graves contra Trump; se espera que Bragg lo acuse de ocultar los 130 mil dólares que Michael D. Cohen, el abogado y solucionador de problemas de Trump, le pagó a Daniels a cambio de su silencio antes de las elecciones presidenciales de 2016.

Es probable que la condena dependa de que los fiscales demuestren que Trump reembolsó a Cohen y falsificó registros comerciales cuando lo hizo, posiblemente para ocultar una violación de la ley electoral.

No sería un caso sencillo. Se espera que los fiscales utilicen una teoría jurídica que no ha sido evaluada en los tribunales de Nueva York, lo que plantea la posibilidad de que un juez pueda desestimar o limitar los cargos. El episodio ha sido analizado tanto por la Comisión Federal Electoral como por fiscales federales de Nueva York; ninguno tomó medidas contra Trump.

Trump ha negado haber tenido relaciones sexuales con Daniels y asegura no haber hecho nada malo. El expresidente, que aspira a la candidatura republicana a la Casa Blanca en 2024, ha dejado claro que tachará la acusación de “cacería de brujas” política y la utilizará para movilizar a sus partidarios. El sábado, predijo que sería detenido el martes y convocó protestas.

El principal testigo de los fiscales sería Cohen, quien se declaró culpable de violaciones al financiamiento de campañas federales en agosto de 2018 y admitió que ayudó a concertar el pago a Daniels –además de otro pago a una exmodelo de Playboy– para ayudar a la candidatura presidencial de Trump por órdenes del republicano.

Una acusación formal marcaría otro episodio extraordinario en la era de Trump: un expresidente –cuyo mandato concluyó con una revuelta en el Capitolio, que trató de revocar unas elecciones justas y quien está bajo investigación por no devolver documentos clasificados– podría enfrentar su primera acusación penal por pagar por el silencio de una estrella porno.

Un encuentro en el lago Tahoe

Daniels tenía 27 años en julio de 2006, cuando conoció a Trump, que entonces tenía 60, en el torneo de golf para famosos celebrado en Nevada. Trump la invitó a cenar.

Mientras charlaban esa noche en el penthouse de Trump en Harrah’s Lake Tahoe, él le dijo que debería participar en “El aprendiz”, un programa de telerrealidad de la NBC. Daniels dudó que él pudiera lograr que ella participara en el programa. Él le aseguró que sí, contó Daniels.

De allí en adelante, Trump comenzó a llamarla de vez en cuando desde un número bloqueado. Se vieron al menos dos veces más en 2007, en una fiesta de presentación del efímero vodka Trump y en el hotel Beverly Hills. Pero no volvieron a tener relaciones. Trump nunca la llevó a “El aprendiz”. Aun así, siguió llamándola, según ella. Al final, ella dejó de contestar.

‘Podría hacernos ver muy mal’

La noticia cayó como una bomba en la contienda presidencial. El 7 de octubre de 2016, The Washington Post publicó lo que se conocería como la cinta “Access Hollywood”, en la que Trump, sin darse cuenta de que el micrófono estaba encendido, fue grabado mientras describía en términos lascivos cómo manoseaba a las mujeres.

La gente que rodeaba a Daniels se dio cuenta enseguida de que la nueva vulnerabilidad de Trump la convertía en una amenaza mayor, y por lo tanto su historia había ganado valor. Davidson, el abogado de Los Angeles, también era amigo de la agente de Daniels, Gina Rodríguez, y del editor de The Enquirer, Howard. El día después de la aparición de la cinta “Access Hollywood”, Davidson y Howard se enviaron mensajes de texto sobre el daño que la cinta había causado a la campaña de Trump. Entonces, Howard le pidió a la agente de Daniels que le enviara otro mensaje a su jefe, Pecker.

Los ejecutivos del Enquirer alertaron a Cohen, quien le pidió ayuda a Pecker para contener la historia.

Howard regateó con la agente de Daniels, pero cuando le presentó a Pecker una oferta para comprar la historia por 120 mil dólares, el editor se negó.

Esa noche, Cohen habló por teléfono con Trump, Pecker y Howard, según los registros obtenidos por las autoridades federales. Howard lo puso en contacto con el abogado, Davidson, quien negociaría el acuerdo en nombre de Daniels.

Tres días después de la difusión de la cinta de Access Hollywood, Cohen aceptó pagar 130 mil dólares en un acuerdo que amenazaba con graves sanciones económicas para Daniels si alguna vez hablaba de su aventura con Trump. El contrato utilizó seudónimos: Peggy Peterson, o “PP”, para Daniels, y David Dennison, o “DD”, para Trump. Sus identidades sólo se revelaban en una carta adjunta.

El pago final

Pero Cohen pospuso el pago. Ha dicho que estaba intentando averiguar de dónde sacar el dinero mientras Trump hacía campaña. Según Cohen, Trump había aprobado el pago y delegado en él y en el director financiero de la Organización Trump la tarea de organizarlo. Consideraron opciones para canalizar el dinero a través de la empresa, dijo Cohen, pero no se decidieron por una solución.

Daniels comenzó a sentir que Trump intentaba darle largas al asunto hasta después de las elecciones del 8 de noviembre; si perdía, su historia perdería valor. A mediados de octubre, después de que Cohen incumpliera dos plazos del pago, el abogado de Daniels canceló el acuerdo, y la actriz porno empezó de nuevo a vender la historia. A la semana siguiente, Howard envió un mensaje de texto a Cohen diciéndole que si Daniels lo hacía público, su trabajo para encubrir el encuentro sexual también podría darse a conocer.

“Podría hacernos ver muy mal a todos”, escribió Howard.

Cohen aceptó hacer el pago de su propio bolsillo. Habló brevemente con Trump en dos ocasiones. Luego, transfirió 130 mil dólares de su línea personal de crédito a la cuenta de una empresa ficticia de Delaware y se los transfirió al abogado de Daniels.

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