Control de precios de medicamentos en EU se tambalea tras 30 años de campaña

Washington— Cuando un poderoso presidente del Senado demócrata reunió a su Comité Especial sobre Envejecimiento para enfrentar lo que llamó una “crisis de asequibilidad” para los medicamentos recetados, propuso una solución novedosa: permitir que el gobierno negocie mejores ofertas para medicamentos críticos.

Era el año 1989, y la idea de ese presidente, el exsenador David Pryor de Arkansas, desencadenó un impulso para las negociaciones gubernamentales sobre el precio de los medicamentos que ha sido adoptado por dos generaciones de demócratas y un presidente republicano, Donald J. Trump, pero ahora parece estar en riesgo de quedar fuera de un extenso proyecto de ley de política interna que está tomando forma en el Congreso.

Los demócratas de alto rango insisten en que no han renunciado al impulso de otorgar a Medicare amplios poderes para negociar precios más bajos de los medicamentos como parte de un proyecto de ley de red de seguridad social y cambio climático que alguna vez fue ambicioso, y que se está reduciendo lentamente en alcance. Saben que la pérdida de la disposición, promovida por el presidente Biden en la campaña electoral y en la Casa Blanca, podría ser una derrota particularmente vergonzosa para el paquete, ya que ha sido fundamental para las campañas del Congreso demócrata durante casi tres décadas.

"Los demócratas del Senado entienden que después de todas las promesas, tienen que cumplir", dijo el senador Ron Wyden de Oregon, presidente del Comité de Finanzas.

Pero con al menos tres demócratas de la Cámara de Representantes que se oponen a la versión más dura de la medida, y al menos una demócrata del Senado, Kyrsten Sinema de Arizona, en su contra, el poder de negociación del gobierno parece casi seguro que se reducirá, si no que se eliminará. La pérdida sería similar al fracaso de los republicanos bajo el gobierno de Trump para derogar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, después de promesas solemnes durante ocho años de desmantelar la ley de salud "de raíz y rama".

Y después de tantas promesas de campaña, los demócratas podrían quedarse el próximo año con muchas explicaciones que hacer.