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Estados Unidos
viernes, 16 octubre 2020 | 21:09
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El presidente Trump mostró un panorama optimista sobre su situación financiera durante la asamblea electoral que fue televisada este jueves por la noche, catalogando sus cientos de millones de dólares de adeudos como “algo insignificante” y diciendo que los pidió prestados para hacerle un favor a los bancos que estaban ansiosos por aprovechar su fortaleza financiera.
De hecho, los créditos, y el inusual requisito que tuvo que aceptar para recibirlos, ilustran los desafíos financieros que enfrenta y el rechazo prolongado de los bancos para hacer negocios con él.
Trump tuvo que garantizar de manera personal el adeudo por 421 millones de dólares, una rara medida que los bancos sólo requieren de los negocios que no pueden pagar.
Ese compromiso pone en peligro sus bienes y podría colocar a sus acreedores, si es reelecto, en la posición de decidir si deben embargar a un presidente en funciones.
La garantía personal también habla de la razón por la que, a pesar de la afirmación de Trump de que los bancos están ansiosos por prestarle dinero, casi todo el dinero que ha pedido prestado en la última década provino sólo de dos instituciones.
A Trump le preguntaron acerca de la deuda como respuesta a una investigación realizada por The New York Times que fue publicada el mes pasado en base a la revisión de más de dos décadas de información de sus declaraciones fiscales.
La investigación detectó que Trump había otorgado garantías personales para los adeudos de sus empresas, en las que más de 300 millones de dólares vencerán en cuatro años.
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