Confianza, ansiedad y lucha por los votos a dos días de las elecciones intermedias

Nueva York.- La turbulenta campaña de mitad de mandato llegó a su último fin de semana este domingo cuando los votantes, azotados por una inflación récord, preocupaciones sobre su seguridad personal y temores sobre la estabilidad fundamental de la democracia estadounidense, mostraron claros signos de prepararse para rechazar el control demócrata de Washington y abrazar un gobierno dividido.

Mientras los candidatos corrían por todo el país para presentar sus argumentos finales a los votantes, los republicanos entraron en la recta final de la contienda confiados en que ganarían el control de la Cámara y posiblemente del Senado. Los demócratas se prepararon para posibles pérdidas incluso en los rincones tradicionalmente demócratas del país.

Este domingo, el presidente Biden estaba listo para hacer campaña a favor de la gobernadora Kathy Hochul de Nueva York en un precinto de Yonkers donde ganó el 80 por ciento de los votos en 2020, lo que indica los profundos desafíos que enfrenta su partido dos años después de que reclamó un mandato para promulgar una ley radical de agenda doméstica. El expresidente Donald J. Trump planeó dirigirse a sus partidarios en Miami, otra señal del optimismo republicano de que el partido podría transformar el condado urbano más poblado de Florida por primera vez en dos décadas.

Sus apariciones marcarán una culminación inusual para una campaña extraordinaria: la primera posterior a la pandemia, posterior a la Roe, posterior al 6 de enero en un país ferozmente dividido y sacudido por una creciente violencia política y mentiras sobre las últimas elecciones.

Si bien la mayoría de los votantes mencionan la economía como su principal preocupación, casi las tres cuartas partes de los estadounidenses creen que la democracia está en peligro, y la mayoría identifica al partido contrario como la principal amenaza. Si los republicanos arrasan en las contiendas de la Cámara, su control podría empoderar al ala derecha del partido, dando un megáfono aún más grande a los legisladores que trafican con teorías de conspiración y falsedades como los representantes Marjorie Taylor Greene de Georgia y Matt Gaetz de Florida.