Estados Unidos

Buscan evitar la difusión de los nombres de tiradores masivos

La idea es instar a los medios a abstenerse de nombrar a los asesinos y disminuir la información biográfica que pudiera inspirar a otros atacantes

Associated Press

lunes, 02 septiembre 2019 | 10:52

Associated Press

Texas.- Cuando las autoridades policiales se reunieron para discutir los detalles de un tiroteo masivo en el oeste de Texas que dejó siete personas muertas, hubo un pedazo de información que se negaron a proporcionar en la televisión en vivo: el nombre del pistolero.

En cambio, decidieron darlo a conocer a través de una publicación en Facebook. El jefe de la Policía de Odessa, Michael Gerke, dejó en claro por qué no mencionaría el nombre en la conferencia de prensa: “No voy a darle ninguna notoriedad por lo que hizo”.

Incluso con tal moderación, siguió siendo un desafío frenar la propagación del nombre del pistolero. El Departamento de la Policía de Odessa tiene un poco menos de 25 mil seguidores de su página de Facebook, pero la plataforma de la red social llega fácilmente a millones de miembros en Facebook en todo el mundo y la publicación se compartió cientos de veces. En cuestión de minutos, Twitter se iluminó con publicaciones que mencionaban el nombre del gatillero. Periodistas y defensores de ambos lados del debate sobre las armas también comenzaron a correr la voz, arrojando una marea de información sobre el sospechoso.

En esta era de saturación de las redes sociales y las noticias las 24 horas del día, es casi imposible controlar esa información.

El movimiento “No a la Notoriedad” se inspiró en parte en el tiroteo ocurrido en la escuela de Columbine en 1999 a las afueras de Denver. Los nombres de los pistoleros se hicieron tan famosos que incluso en la muerte parecieron motivar a una nueva cosecha de tiradores en masa.

En los últimos años, el movimiento ha ganado impulso en medio de un flujo aparentemente constante de tiroteos masivos. La idea es instar a las organizaciones de noticias a abstenerse de nombrar a los asesinos en masa y frenar el volumen de información biográfica sobre ellos. En Nueva Zelanda, después de un tiroteo masivo en el que murieron 51 personas en dos mezquitas, la primera ministra Jacinda Ardern se negó a mencionar el nombre del perpetrador.

Los líderes del FBI, cautelosos de no inspirar a otros imitadores inspiradores, negándoles la atención que no se merecen, en ocasiones se han mostrado reacios a referirse a los perpetradores por su nombre.

El exdirector del FBI James Comey expresó esa preocupación en una reunión informativa con los periodistas el día después de un tiroteo en el 2016 en un club nocturno de Orlando, refiriéndose repetidamente al pistolero no por su nombre, sino simplemente como “el asesino”.

“Notarán que no estoy usando el nombre del asesino e intentaré no hacerlo”, dijo Comey. “Parte de lo que motiva a las personas enfermas a hacer este tipo de cosas es una noción retorcida de fama o gloria, y no quiero ser parte de eso por el bien de las víctimas y sus familias”.

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