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Estados Unidos

Busca fiscal general de NY disolver a la Asociación Nacional del Rifle

En una demanda acusa al grupo de fraude y enriquecimiento ilícito

The New York Times

jueves, 06 agosto 2020 | 10:13

The Washington Post | Wayne LaPierre, director ejecutivo de la NRA

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El director ejecutivo de la Asociación Nacional del Rifle, y varios lugartenientes importantes, se involucraron en un patrón de fraude durante décadas para asaltar las arcas del poderoso grupo para beneficio personal, según una demanda presentada este jueves por el fiscal general de Nueva York, drenando 64 millones de dólares de la organización sin fines de lucro en solo tres años, informó The Washington Post.

En su demanda, la procuradora general Letitia James, pidió la disolución de la Asociación y la destitución del director ejecutivo Wayne LaPierre del puesto que ha ocupado durante los últimos 39 años, diciendo que él y otros utilizaron los fondos del grupo para financiar un estilo de vida de lujo.

También pidió a un tribunal de Nueva York que obligue a LaPierre y a tres diputados clave a pagar a los miembros de la Asociación por los fondos mal obtenidos y los salarios inflados que su investigación descubrió se pagaban así mismos.

James acusó a los líderes de la Asociación Nacional del Rifle de desobedecer las leyes estatales y federales y de aprobar informes y declaraciones que sabían que eran fraudulentas, mientras desviaban millones de dólares en beneficio de ellos mismos y sus aliados.

El fiscal general solicitó que el tribunal prohibiera a los cuatro hombres, LaPierre, el abogado general John Frazer, el extesorero Woody Phillips y el exjefe de gabinete Joshua Powell, ocupar un puesto directivo en una organización benéfica de Nueva York en el futuro.

"La influencia de la Asociación ha sido tan poderosa que la organización no se controló durante décadas, mientras los altos ejecutivos canalizaban millones hacia sus propios bolsillos", dijo James, una demócrata, en un comunicado.

Su investigación, que comenzó en febrero de 2019, encontró una "cultura de autogestión, mala administración y supervisión negligente en la Asociación Nacional del Rifle que era ilegal, opresiva y fraudulenta", según un comunicado de la oficina del fiscal general.

Su demanda pinta una imagen de irregularidades generalizadas en el influyente grupo de derechos de armas y una atmósfera libre en la que los altos funcionarios se aprovecharon repetidamente de sus puestos para su beneficio personal.

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