Biden menciona muerte de su propio hijo frente a padres de soldados caídos

Washington— Horas después que el cabo Jared Schmitz de 20 años fue asesinado por la bomba que hizo explotar un terrorista en Afganistán, él posó para una fotografía tomada por un compañero. En la imagen, la ceja del marino estaba fruncida, y estaba haciendo el signo de la paz.

“Este era Jared Schmitz”, le dijo su padre Mark Schmitz, al presidente Biden días después en la Base Dover de la Fuerza Aérea, a donde los dos hombres viajaron para observar el digno traslado de los restos de 13 marinos estadounidenses que murieron la semana pasada en el ataque a Kabul. “No olvide su nombre”.

Sin embargo, Schmitz se sintió confundido por lo que pasó enseguida: el presidente cambió la conversación a su hijo mayor, Beau, quien murió de cáncer en el cerebro en el 2015.

Referirse a él se ha convertido en una constante en la presidencia de Biden. En los discursos, discusiones en la Oficina Oval y cuestiones personales, Biden tiende a encontrar un vínculo común con su hijo, no importa cuál sea el tema.

Sin embargo, para Schmitz, otro padre consumido por el duelo, fue “demasiado” para soportar.

“Respeto a cualquiera que haya perdido a alguien, pero no era el momento adecuado”, dijo Schmitz en una entrevista.

La administración de Joe Biden, al tratar de evitar una desavenencia pública con las familias de la Estrella Dorada, no ha rechazado la crítica de Schmitz y otras familias que han dicho que el presidente menciona muy seguido a su hijo y actuó de manera distante durante la ceremonia en Dover.

La reputación de Biden está en juego en parte por su habilidad de soportar tragedias que llegan al alma. Su primera esposa, Neilia, y su pequeña hija Naomi, se mataron en un accidente automovilístico en 1972. Pero la muerte de Beau es la que ha dejado a la gente que rodea a Biden preguntándose si alguna vez podrá recuperarse. Aseguran que su hijo es la razón principal por la que él decidió mantenerse en la vida pública.