Estados Unidos

Ante escasez de trabajadores, empresas de EU ansían más migrantes

Desde hace largo tiempo la inmigración ha sido fuente de trabajadores no calificados

The New York Times

miércoles, 03 abril 2019 | 10:41

A juzgar por lo que dicen los constructores, su mano de obra está disminuyendo. La amenaza del presidente Trump de cerrar la frontera sur, medida que podría dañar las economías de Estados Unidos y de México, aumenta la presión.

Desde hace largo tiempo la inmigración —a menudo ilegal— ha sido fuente de trabajadores no calificados. Aun antes de que Trump intensificara las detenciones en la frontera, el crecimiento económico en México y el envejecimiento de la población estaban reduciendo el flujo de trabajadores mexicanos que se dirigen a Estados Unidos. A finales del 2017 la cantidad de inmigrantes indocumentados bajó a 10.7 millones respecto a los 12 millones que alcanzó en el 2008 durante el punto más alto de la burbuja de vivienda, de acuerdo con el Centro para los Estudios sobre Migración, publicó The New York Times.

Para los constructores el problema consiste en que la recuperación de la construcción de casas ha rebasado el crecimiento de la mano de obra en dicha industria. Las obras de vivienda nueva han empezado a subir a un ritmo de 1.2 millones al mes, más del doble que en abril del 2009. En cambio, la cifra de trabajadores de nivel inferior a supervisor en las construcciones residenciales sólo creció 40 por ciento desde su punto más bajo en el 2011, alcanzando aproximadamente los 530 mil.

“La reciente escasez de trabajadores inmigrantes está afectando a la vivienda y la accesibilidad de la vivienda”, dijo Jerry Howard, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Constructores de Casas. Phil Crone, quien dirige el capítulo Dallas de la organización, señaló que debido a la falta de mano de obra cada vivienda construida en la región estaba costando seis mil dólares más y tardándose dos meses más en terminar.

La necesidad de mano de obra ha generado una intensa búsqueda que ha salpicado a otras industrias y elevado los salarios. “Muchas de nuestras empresas de jardinería están molestas porque sus muchachos se están viniendo a la construcción porque pueden ganar más”, dijo Alan Hoffmann, un constructor de viviendas en Dallas.

Algunos economistas temen consecuencias más generalizadas de la falta de trabajadores no calificados. Y empresas de todos los sectores están quejándose de que sin inmigración se quedarán sin mano de obra.

Las empresas siguen ansiando inmigrantes no calificados.

Considere a la agricultura, donde siete de cada 10 trabajadores nacieron en México, y sólo uno es originario de Estados Unidos. El año pasado, Estados Unidos emitió casi 200 mil visas H-2A para los trabajadores agrícolas, el triple que en el 2012, conforme los agricultores intentaban compensar la baja de la mano de obra indocumentada. Los agricultores se quejan en torno a la burocracia y los costos del programa de visas, preocupados por la posibilidad de que un gobierno hostil al trabajo inmigrante decida restringirlo.

Si Estados Unidos redujera el flujo de nuevos inmigrantes, señaló el Centro de Investigaciones Pew, su población trabajadora podría caer de 173 millones en el 2015 a 166 millones en el 2035.

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