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Estados Unidos

Amotinados del 6 de enero ya enfrentaron a la justicia, aunque eso podría ser la parte más fácil

Ahora que los líderes que ayudaron a impulsar el ataque al Capitolio fueron sentenciados, la atención se está centrando en el tenso proceso de procesar a Trump

The New York Times

jueves, 07 septiembre 2023 | 17:26

Doug Mills / The New York Times | Los abogados del expresidente Donald J. Trump planean argumentar que Trump era inmune a los cargos que enfrenta y que cubren un período mientras era presidente

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Nueva York.- Cuando Enrique Tarrio, el exlíder de los Proud Boys, fue sentenciado este martes a 22 años en prisión por su importante participación en el ataque al Capitolio, marcó un punto de inflexión en la vasta investigación del Departamento de Justicia sobre los sucesos del 6 de enero del 2021.

La sentencia terminó con una serie de tres juicios federales centrados en una conspiración sediciosa que es la ofensa más grave que ha surgido después de dos y medio años de investigación sobre la muchedumbre que apoyó a Trump y que participó en el ataque.

Aunque también enfatizó un cambio en la atención del público y la alejó de la gente que irrumpió en las barricadas o quebró los cristales de las ventanas del Capitolio para enfocarse en los que vestían trajes y planearon interrumpir el conteo de votos o propagaron mentiras acerca de un fraude electoral que finalmente dio lugar a la violencia.

El esfuerzo para presentar ante la justicia a los que organizaron el motín en el Capitolio ha sido la indagatoria más prolongada que haya llevado a cabo el Departamento de Justicia y es probable que continúe durante meses o hasta años, con acusaciones adicionales.

Aunque los próximos juicios del expresidente Donald J. Trump y los que están acusados de ayudarle a mantenerse en el poder será un desafío diferente, que pondrá a prueba la resilencia y autoridad del sistema de justicia penal.

Las acusaciones contra Trump es probable que sean una prueba de resistencia para el compromiso del país de mantener el imperio de la ley en un momento de intensa polarización y en la solidificación de la posición de Trump como el presunto nominado presidencial del Partido Republicano.

Y como si fuera necesaria más tensión, Trump ya ha demostrado que pretende atacar la integridad de los procedimientos y convertirla en una parte central de su campaña, al decir este miércoles que tiene planes de subir al estrado para llevar a cabo su propia defensa.

De cierta forma, resulta que procesar a personas --- aun cuando hayan sido más de 1 mil --- por atacar a la policía o por interrumpir la certificación de la elección ha sido relativamente fácil.

Eso se debe mayormente a que el ataque al Capitolio fue un evento discreto que puede ser diseccionado de manera forense y muchos, si no es que la mayoría, de los videos que muestran el motín existen y los acusados cometieron esos delitos.

Sin embargo, en los juicios de Trump --- especialmente los dos que enfrenta por cargos de interferencia en la elección, que fueron presentados en Washington por el fiscal especial Jack Smith y en Georgia por la procuradora de Distrito del Condado Fulton, Fani T. Willis, tendrán una naturaleza diferente.

Estarán envueltos en una maraña de complejidades legales y políticas que nunca habían sido vistas anteriormente.

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