Estados Unidos
martes, 31 diciembre 2019 | 10:34
New York.- Michael J. Reynolds, un oficial de Policía de la ciudad de Nueva York, aterrizó en Nashville un domingo por la mañana en julio del 2018, según muestran los registros judiciales. Él y otros seis hombres, dos de los cuales más tarde se identificaron también como oficiales de la ciudad de Nueva York, estaban en lo que se suponía que era una despedida de soltero de tres noches.
Aproximadamente 18 horas después, el oficial Reynolds, que es anglosajón, en pleno estado de embriaguéz, pateó la puerta de una mujer afroamericana, amenazándola a ella y a sus hijos con un insulto racista y otras obscenidades.
“Romperé cada uno de los huesos de tu cuello”, dijo Reynolds, de acuerdo con una denuncia, e incluyó otros dos improperios. Luego huyó al lugar donde se estaba hospedando justo antes de que llegara la Policía.
Este mes, fue sentenciado a 15 días en la cárcel y tres años de libertad condicional después de declararse culpable de cometer cuatro delitos menores como resultado del incidente, según muestran los registros judiciales.
Sin embargo, hasta la fecha, sigue siendo un oficial, provocando una creciente indignación contra el Departamento de Policía de Nueva York. Más de 10 mil personas firmaron una petición en línea exigiendo su despido y apoyando a Conese Halliburton, la mujer cuya casa invadió.
“Michael Reynolds es un racista muy violento y peligroso que no debería tener el derecho a portar una insignia o un arma”, dijo el abogado Halliburton, Daniel Horwitz, por correo electrónico. “La Sra. Halliburton quiere que la policía de Nueva York lo despida de inmediato para que no pueda lastimar a nadie más”.