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Estados Unidos
lunes, 19 julio 2021 | 14:08
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El traslado del hombre, Abdul Latif Nasser, de 56 años, fue la primera señal de un esfuerzo renovado del presidente Biden para trasladar a la población de prisioneros enviándolos a otros países que prometen garantizar que los hombres permanezcan bajo medidas de seguridad. Nasser nunca fue acusado de ningún delito.
El proceso de transferencia, que fue perseguido por las administraciones de George W. Bush y Barack Obama, se había atrofiado bajo la administración de Donald J. Trump. Con la partida de Nasser, ahora hay 39 prisioneros en Guantánamo, 11 de los cuales han sido acusados de crímenes de guerra. En su apogeo en los años posteriores a los ataques del 11 de septiembre de 2001 y la invasión de Afganistán, el complejo penitenciario de la base naval estadounidense albergaba a unos 675 hombres.
Decisiones políticas mucho más complejas sobre transferencias esperan al equipo de Biden, incluida la posibilidad de transferir a un hombre saudí mentalmente enfermo, Mohammed al-Qahtani, que fue torturado en Guantánamo y se considera que fue uno de los varios candidatos para ser el posible secuestrador número 20 en los atentados del 11 de septiembre a las Torres Gemelas.
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