Acusan a Cuomo de un acercamiento no deseado en una boda

Nueva York— Anna Ruch nunca había conocido al gobernador Andrew M. Cuomo antes de encontrarse con él en una concurrida recepción de bodas en la ciudad de Nueva York, en septiembre de 2019. Su primera impresión fue bastante positiva.

El gobernador estaba trabajando en la sala después de brindar por los recién casados, y cuando se encontró con la señora Ruch, ahora de 33 años, ella le agradeció las amables palabras sobre sus amigos. Pero lo que sucedió a continuación la inquietó instantáneamente: Cuomo puso su mano sobre la espalda desnuda de Ruch, dijo en una entrevista ayer, lunes.

Cuando ella le quitó la mano con la suya, recordó la señora Ruch, el gobernador comentó que ella parecía "agresiva" y le puso las manos en las mejillas. Preguntó si podía besarla, lo suficientemente fuerte como para que una amiga que estaba cerca lo escuchara. La señora Ruch estaba desconcertada por la súplica, dijo, y se alejó cuando el gobernador se acercó.

“Estaba tan confundida, conmocionada y avergonzada”, dijo Ruch, cuyo recuerdo fue corroborado por la amiga, mensajes de textos contemporáneos y fotografías del evento. "Giré la cabeza y no tuve palabras en ese momento".

El relato de la señora Ruch se produce después de que dos exasistentes acusaron a Cuomo de acoso sexual en el lugar de trabajo, sumiendo su tercer mandato en un caos mientras los defensores del gobernador y el propio Cuomo se esforzaban por explicar su comportamiento.

Un portavoz del gobernador no se dirigió directamente al relato de Ruch, refiriéndose a una declaración general que Cuomo emitió el domingo por la noche en la que reconocía que algunas cosas que había dicho "se han malinterpretado como un coqueteo no deseado".

"En la medida en que alguien se sintió de esa manera, realmente lo lamento", dijo el comunicado.

El ejemplo de Ruch es distinto al de los exasistentes: exmiembro de la administración de Obama y de la campaña de Biden en 2020, la señora Ruch nunca ha sido empleada del gobernador o del estado. Pero su experiencia refuerza las crecientes preocupaciones y acusaciones sobre la conducta personal de Cuomo, un patrón de palabras y acciones que, como mínimo, han hecho que tres mujeres, que son décadas menores que él, se sientan profundamente incómodas en su relato colectivo.

Exactamente un año después del primer caso confirmado de coronavirus en el estado, el comienzo de una crisis que finalmente impulsó a Cuomo al estrellato demócrata nacional, el gobernador guardó silencio este lunes, incluso cuando las consecuencias continuaron ensombreciendo a su asediada administración.