Acuerdo de Trump con Talibán genera críticas de exaliados

Washington— Días antes del aniversario de los ataques del 11 de septiembre del 2001, hace dos años, el presidente Donald J. Trump tuvo una idea. Invitaría a los líderes del Talibán, el grupo que albergó a Osama bin Laden en Afganistán, mientras el fundador de Al Qaeda planeaba los ataques contra Estados Unidos, para que participaran en negociaciones de paz en Camp David, el lugar de descanso presidencial, situado en Maryland.

La idea de tener alguna reunión con el Talibán, cerca del 11 de septiembre, impactó a muchos de los asesores de alto rango de Trump.

Sin embargo, Trump estaba ansioso por involucrarse con el grupo militante, contra el que Estados Unidos estuvo combatiendo durante casi 20 años, mientras buscaba su objetivo de remover las tropas estadounidenses de Afganistán para el final de su término.

Meses antes, de acuerdo a las instrucciones de Trump, el Departamento de Estado empezó pláticas presenciales con el Talibán en Qatar para negociar la salida de los estadounidenses.

Trump canceló la visita del Talibán a Camp David después que un soldado estadounidense fue asesinado con una bomba en Kabul, la capital afgana, sin embargo, las pláticas para la paz continuaron.

El acuerdo se concretó en febrero del 2020, el secretario de Estado Mike Pompeo asistió a la ceremonia de firma en Doha y posó para una foto al lado del líder del Talibán Mullah Abdul Ghani Baradar, que resurgió en esta semana en las redes sociales. Se espera que Baradar se convierta en el jefe del nuevo gobierno Talibán con sede en Kabul.

Algunos ex funcionarios de alto rango de Trump han catalogado actualmente ese acuerdo como totalmente fallido, diciendo que hizo poco y sólo proporcionó una cubierta para el retiro de tropas que Trump estaba impaciente por empezar antes de reelegirse.

También dijeron que eso dio lugar al caos que actualmente existe en Kabul.