Estados Unidos

Pierde Trump credibilidad y confianza

Ambas cámaras del Congreso y países de alrededor del mundo han sintiendo que los traicionaron e incluso les mintieron, informó Los Ángeles Times

El Diario de Juárez

viernes, 18 enero 2019 | 12:57

Conforme Trump se acerca a la mitad de su mandato, ha dejado en ambas cámaras del Congreso, los dos partidos políticos y países de alrededor del mundo a una serie de socios negociadores sintiendo que los traicionaron e incluso les mintieron. El resultado es que el presidente que hizo campaña como el mejor negociador del planeta, prometiendo que él solo podría corregir el mal funcionamiento de Washington, se ha topado con trabas en un momento cuando busca logros antes de que los electores vuelvan a las urnas, publicó Los Ángeles Times.

En dos años de su gobierno, Trump ha perdido los ingredientes esenciales para cerrar tratos: credibilidad y confianza.

Probablemente la credibilidad venida a menos de Trump, sumada a las investigaciones en curso, pongan en peligro una agenda de la segunda mitad de su gestión en la que se incluyen responsabilidades elementales –sobre todo elevar el límite de la deuda nacional— así como metas más ambiciosas.

Las tácticas de Trump se pulieron a lo largo de décadas. Durante su carrera empresarial, avanzó de un proyecto a otro dejando a menudo desdeñados socios o acreedores teniendo que responder ante las consecuencias de quiebras o tratos que salieron mal.

“Todo esto era para salvar su reputación”, dijo Michael D’Antonio, autor de “La verdad sobre Trump”. Pero en Washington, señaló, “no se puede escapar por mucho tiempo de lo que es uno. Él ha probado que es incapaz de cumplir su palabra”.

El presidente ha roto récords de declaraciones falsas, de acuerdo con monitores apartidistas de datos. Una mayoría cada vez más alta de electores —61 respecto a 34 por ciento, en un sondeo reciente— dicen que Trump no es sincero. En la misma encuesta, de la Universidad Quinnipiac, se determinó que los electores también consideran malas sus aptitudes como mandatario, 58 respecto a 39 por ciento. Complicando el problema, Trump ha rotado a su personal a mayor velocidad que sus antecesores. Se ha rodeado con un conjunto de funcionarios provisionales, familiares y asesores inexpertos con poca influencia en el Capitolio.

“Les falta parte de la infraestructura usual para negociar”, dijo John Lawrence, exjefe de colaboradores de Pelosi. “En esta Casa Blanca, todo cambia al día siguiente: el personal, las políticas, la postura sobre la realidad”.

La desconfianza en casi todas las secciones del Congreso ha aumentado cada vez que Trump ha roto su palabra, complicando los esfuerzos por aprobar sus iniciativas, de acuerdo exlegisladores, colaboradores y observadores cercanos.

Desde el principio los legisladores han tenido que vérselas con los abruptos cambios tácticos de Trump, mientras que en la Casa Blanca a cada asesor con el que habla le da la impresión de que comparte su opinión, hasta que resulta que no.

Después de que Trump parece haber tomado una decisión, se mantiene “flexible”, como dijo un excolaborador, volviendo a su personal casi imposible diseñar alguna estrategia dirigida a ganarse al Congreso o al público.

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