Estados Unidos

Dicen traficantes en juicio a 'El Chapo' que las drogas no pasan por partes abiertas de la frontera

El Diario de Juárez

domingo, 13 enero 2019 | 15:33

Nueva York.- La mayoría de las drogas se trafican hacia Estados Unidos a bordo de barcos de pesca, trenes, tractocamiones y automóviles ordinarios que ingresan al país a través de puertos legales de entrada, de acuerdo con exintegrantes del cártel que han atestiguado durante el juicio del líder narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán.

Varios miembros del cártel han atestiguado utilizar túneles subterráneos. Pero ninguno ha manifestado haber internado a Estados Unidos drogas por las secciones de la frontera donde no hay muro.  

El testimonio tiene lugar en un momento cuando el presidente Donald Trump argumenta que el muro fronterizo contribuiría a poner alto al flujo de drogas que llega a Estados Unidos.

Durante el año fiscal 2018 la Patrulla Fronteriza incautó casi 21 mil 745 kilogramos (480 mil libras) de estupefacientes entre los puertos de entrada de la frontera de Estados Unidos con México, informó la vocera del Departamento de Seguridad Interna Katie Waldman. Pero la dependencia no ha proporcionado datos en torno a la cantidad de drogas que las autoridades han decomisado en los cruces fronterizos legales. 

Una portavoz de la Agencia Androgas, Mary Brandenberger, dijo no poder ofrecer mayor información debido a la falta de fondos por el paro parcial de operaciones gubernamentales.   

En el caso de Guzmán, los propios testigos del Gobierno —muchos de ellos excolaboradores del cártel mexicano— atestiguaron haber empezado a utilizar los puertos legales de entrada para internar drogas al país luego de que el Gobierno tomara medidas más severas contra los túneles por donde traficaban.

El exlíder de alto rango del Cártel de Sinaloa Jesús Zambada García dijo que desde finales de los años 80 hasta principios de los 90, el 95 por ciento de la cocaína se trasladaba a Estados Unidos mediante algún túnel de la frontera de Arizona con México. Pero conforme la policía empezó a detectar y cerrar los túneles, los directivos del cártel canalizaron de otra manera el flujo de drogas para Estados Unidos. 

Los tractocamiones eran, y siguen siendo, un método popular de traficar drogas. En algunos de los camiones se instala un “piso doble” que posee compartimentos secretos. Otros se llenan con productos, como latas grandes de chile, que contienen arena alrededor de un paquete cilíndrico de cocaína. Si las autoridades los agitan, el arena hace que los botes suenen como si adentro estuvieran moviéndose los chiles.

El sobrino de Zambada García, Vicente Zambada, atestiguó que con frecuencia las drogas se colocaban en “clavos” —compartimentos ocultos en los automóviles— y se cruzaban por los puertos legales de entrada. 

“Se contrataba a familias mexicanas para que pasaran la frontera en Juárez manejando carros con compartimentos secretos, a veces tres o cuatro veces diarias”, señaló.

También hubo un tiempo cuando el cártel de Sinaloa mandaba en tren la droga a Estados Unidos.

En diciembre Tirso Martínez Sánchez atestiguó que entre el 2000 y el 2003, traficó entre 30 y 50 toneladas de cocaína poniendo compartimentos falsos en los extremos de los vagones cisterna. Martínez dijo que la cocaína se echaba en bolsas selladas al vacío a las que se envolvía con plástico y luego se untaba grasa para engañar a los perros policía.

Otro método que los testigos mencionaron en sus testimonios haber usado son los barcos pesqueros y otras embarcaciones. De hecho, se cree que el propio Guzmán fue interceptado enviando a una mujer mensajes en los cuales le pedía encontrar alguien “dispuesto a ir a pescar”, o encontrarse a cientos de millas de la costa estadounidenses con un barco lleno de drogas y llevarlas a tierra en una embarcación pesquera. 

Más recientemente, los cárteles han diseñado “semisumergibles” —embarcaciones similares a los submarinos, pero que se deslizan por encima de la superficie del agua a fin de evitar ser detectados por la Guardia Costera de Estados Unidos. 

Traficar drogas por los puertos legales de entrada es arriesgado. Pero los cárteles intentaban reducir sus pérdidas enviando cantidades lo bastante grandes como para que, aun si se decomisaba una parte, el resto pudiera cruzar.

Fue la mentalidad que explicó en el juzgado el líder narcotraficante colombiano Juan Carlos “la Chupeta” Ramírez, quien en los años 90 colaboró con Guzmán y hoy se halla preso.

El trabajo de Guzmán era internar a Estados Unidos los cargamentos que Ramírez enviaba por avión a México.

En cuanto Guzmán perfeccionó sus métodos para traficar pronto los estupefacientes a Estados Unidos, dijo Ramírez, quiso más.

“Me dijo que le mandara el mayor número de aviones que pudiera”, atestiguó Ramírez. 

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