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Estado

Violencia disfrazada de terapia

En los próximos días, comenzarán las mesas técnicas de trabajo para revisar la situación

Alejandra Sánchez
El Diario de Chihuahua

miércoles, 15 marzo 2023 | 16:39

Tomada de internet

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Chihuahua.- Acababa de cumplir 18 años cuando mis padres se enteraron que tenía una relación con otra mujer. Ese día fue muy violento, me golpearon y regañaron por horas. Días más tarde me llevaron a un anexo, una clínica de rehabilitación, donde me violaron”, expresó Mirna (nombre ficticio por garantía de derechos), quien fue sometida a una serie de abusos.

En días pasados, diversas colectivas que trabajan en pro de los derechos de la comunidad LGBTQ+ lograron que una iniciativa que busca erradicar las pseudo terapias de conversión “saliera de la congeladora” y que ésta, pasara a las mesas técnicas; siendo la primera vez que una iniciativa de esta magnitud no se quede sólo en un papel.

Cuando eso ocurrió, Karla Arvizo, presidenta del Comité de la Diversidad Sexual señaló que como colectivas estaban muy contentas ya que tenían 491 días esperando que esa iniciativa saliera de la congeladora y justo el día de hoy, se iniciará con las primeras mesas de trabajo que buscan quitar estas malas prácticas.

“Estaremos mostrándoles a los diputados porque es necesario erradicar estas pseudoterapias que por tantos años han lastimado a las personas”, dijo Arvizo.

En este mismo sentido, la fundadora de este organismo refirió que aunque la bancada emitió esta iniciativa, este trabajo ha sido en su mayoría por parte de organizaciones porque han sido estas las que han logrado que salga de donde estaba y que no sólo eso sino que además se comience a trabajar en ello.

“Nosotros hemos cabildeado desde los votos hasta lograr que se salga de ahí, entonces ahora queda el trabajo de las colectivas para llevar a expertos en el tema, para llevar a víctimas de estas terapias que no han funcionado y que han generado un trauma en estas personas; ahorita estamos contentas, para hacer las mesas técnicas y que estas pasen al pleno y se voten”, dijo Karla.

En torno a esto, la activista señaló que existen varios casos de menores de edad que han sido violadas sexualmente con la autorización de su papá para que ellas se vuelvan heterosexuales y que incluso, ha habido otros en donde se les practica electro choques.

“Muchas personas también pueden caer en el suicidio porque les hacen creer que ésta mal ser de la comunidad por eso, se va a presentar en el Congreso los testimonios de algunas víctimas, claro no se les va a obligar, eso será solo si ellas quieren; sino, aquí estamos nosotras para sacar la casta por ellas”.

“Yo creo que lo más importante es que este tipo de prácticas atenta contra los derechos humanos pero también contra muchos principios de la psicológia es el área derecho humanista

OTROS TESTIMONIOS

Según lo que recuerda Mirna, en el lugar que ella se encontraba, todo el tiempo la ponían a rezar, le decían que tenía que encontrar a dios para salir de su situación, para que ya no fuera lesbiana.

“Las personas del lugar me hablaban todo el tiempo de dios y de que sólo él podría ayudarme a salir adelante, y me decían que ser lesbiana era malo, todo el día. Las primeras veces reaccioné muy mal, sentía un gran enojo pues yo sabía que nada de lo que me decían era cierto, ser lesbiana no estaba mal. Pero cuando lo expresaba me golpeaban. Poco a poco lograron que dejara de expresar mi enojo. Me encontraba aislada, sola y sin ánimos de nada, pero lo peor vino el día que abusaron de mí. Uno de los hombres del lugar llegó a mi habitación por la noche, y me dijo que a mí no me gustaban los hombres porque nunca había tenido sexo con uno. Me asusté, pero no podía hacer nada”.

“Me empezó a tocar, y traté de alejarlo, pero me dijo que no pusiera resistencia, que mi padre estaba enterado y había autorizado que me hicieran eso, con tal de que “se me quitara lo lesbiana”. No me golpeó, pero me sujetó de tal forma que no me podía mover, y me violó. Me violaron con permiso de mi padre porque le dijeron que era parte de la supuesta terapia. Todavía después de aquella horrible experiencia, el tipo se atrevió a decirme que de ahí en adelante me iban a gustar los hombres, ahora que ya había tenido sexo con uno. Cuando por fin salí de aquel infierno quedé traumatizada. Rezaba mucho, cosa que antes no hacía, y desconfiaba de todo el mundo”.

Según lo que Mirna recuerda, durante mucho tiempo, ella no dejó que nadie la tocara, ni para un abrazo.

“Una amiga me ayudó a darme cuenta de que lo que me había pasado era terrible y que necesitaba ayuda profesional. Por mi propia cuenta empecé a ir a terapia psicológica, y poco a poco logré salir adelante, pero necesité años para lograrlo”, finalizó Mirna.

REBECA

Este no es el único caso; pues también está el de Rebeca, a quien sus padres le dijeron que los acompañara a un lugar y a quien la llevaron a un sitio en donde atendían problemas de droga y alcoholismo.

“Me internaron, aunque yo no me drogaba ni me alcoholizaba. Ahí adentro me dijeron que en ese lugar me iban a quitar lo lesbiana. Ahí todos los días recibíamos golpes en la espalda y en las piernas, y todo tipo de malos tratos. En la madrugada, con la ropa que trajeras puesta, que es la que te dan ahí mismo, te sacaban al patio y a manguerazos de agua fría te bañaban. Era horrible. Además de golpearnos, todos los días nos daban pláticas de que lo que hacíamos estaba mal, que yo era lesbiana por rebelde y para hacer enojar a mi familia”.

Esta joven vivió un calvario puesto que, día y noche les decían lo mismo, y los golpeaban; eran pláticas y golpes todo el tiempo.

“Estuve aislada tres meses, sin poder hablar con nadie del exterior. Para cuando recibí la primera visita yo ya estaba entrenada a cómo debía hablar y qué podía decir. Mi mamá fue a verme, y yo le decía que estaba bien, que no se preocupara. Sabía que si no decía eso me iría peor cuando mi mamá se fuera. Estuve ahí casi seis meses, pero el daño que me hicieron duró mucho más tiempo en sanar. Cuando por fin salí estuve mucho tiempo sin querer ver a nadie, sin salir, sin tomar, no hacía nada. Me aislaba por mi cuenta y me volví otra persona. Hasta que mi mamá se dio cuenta que no estaba bien, me empezó a notar muy mal”.

Posteriormente, la madre de Rebeca buscó ayuda en otro lugar y ahí, les dieron terapia familiar a las dos.

“A mi mamá le hicieron saber que llevarme a ese anexo fue un gran error, y tras años de terapia juntas volvimos a estar bien”.

LAURA

Así como estos, existen muchos otros más… Laura también tuvo que soportar toda la presión psicológica e incluso física al ser llevada con una terapia que se especializaba en “convertir” a gays.

“Esto ocurrió en el estado de Chihuahua, yo todavía era menor de edad. Cuando mi familia se enteró que soy lesbiana pusieron el grito en el cielo. Estaban convencidos de que ser lesbiana estaba mal, que necesitaba ayuda. Por alguna recomendación llegaron con una chica que decía ser terapeuta, y que se especializaba en “convertir” a gays y lesbianas en heterosexuales. Todo empezó con pláticas, sesiones largas donde me decía que ser lesbiana estaba mal, que no era lo que yo estaba destinada a ser”.

Ella dice que siempre se iba a su casa muy confundida, pero ella pensaba que esto en algún momento iba a surtir efecto.

“Las pláticas comenzaron a subir de tono, y cada vez me sentía peor. Mi mamá también estaba presente en las supuestas terapias. En una de la sesiones sacó una máquina de su cajón. Era como las que usan en los bares para dar toques, con sus cosas de metal que si las agarras sientes la descarga eléctrica. Yo me asusté, pero pensé que era normal. Cuando mi mamá preguntó que eso para qué era le dijo que serviría para modificar mi cerebro y cambiar mi conducta”.

La supuesta terapeuta le puso la máquina en la cabeza y Laura sintió ligera descargas las cuales iban subiendo con intensidad.

“No era insoportable, pero era muy incómodo, y sentía que iba a llegar a lastimarme en cualquier momento, pero pensé que era lo normal. Días después le conté a una amiga lo que me había pasado, y ella se puso muy seria. Me dijo que eso estaba mal, que no serviría de nada, y habló también con mi mamá, y dejamos de ir ahí”.

Estos casos, no son los últimos y se espera que, próximamente las víctimas (siempre y cuando ellas así lo decidan puedan contarlas con su propia voz a fin de lograr que esto cese.

Al preguntarle a Karla Arvizo que le diría a las personas que están pasando por una situación de esta magnitud; ella externó que el Comité de la Diversidad Sexual trabaja para la comunidad LGBT y que son la voz de quienes tienen miedo.

“Aquí estamos para ustedes ahí están las páginas del comité, nosotras contamos con terapias psicológicas en todas las materias de orientación sexual y de género y luchamos para que las personas vivan con dignidad”, finalizó la activista.

ASÍ LO DIJERON

"Muchas personas también pueden caer en el suicidio porque les hacen creer que está mal ser de la comunidad, por eso se van a presentar en el Congreso los testimonios de algunas víctimas, claro no se les va a obligar, eso será sólo si ellas quieren; sino, aquí estamos nosotras para sacar la casta por ellas”

"Nosotros hemos cabildeado desde los votos hasta lograr que se salga de ahí, entonces ahora queda el trabajo de las colectivas para llevar a expertos en el tema, para llevar a víctimas de estas terapias que no han funcionado y que han generado un trauma en estas personas; ahorita estamos contentas, para hacer las mesas técnicas y que estas pasen al pleno y se voten”

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