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Estado

'Todavía tiene carita de niña'; Gaby la rarámuri que se llevó el río

Tiene 14 años, llegó de la sierra, se casó en la capital y desapareció arrastrada por el cauce 

El Diario de Chihuahua

miércoles, 30 junio 2021 | 12:10

El Diario

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Chihuahua.- La piel morena, los ojos negros pequeños, el rostro redondo y los labios entreabiertos en los que se comienza a dibujar una ligera sonrisa. La única fotografía que se tiene de Gaby es el reflejo de su inocencia y de su infancia corta.

La jovencita - que está desaparecida desde la tarde del domingo cuando la creciente del arroyo la arrastró - llegó de la sierra a la capital hace escasos doce meses, cuando tenía trece años de edad.

Llegó a vivir al Oasis, uno de los asentamientos tarahumaras con marcados índices de pobreza que existen en la ciudad y casi de inmediato comenzó a vivir con un joven de 17 años. 

Se “casó” muy pequeña, como suele ocurrir con muchas de las adolescentes rarámuris, pero aún no tenía hijos.

“Aquí estaba muy chiquita, pero así sigue, no ha cambiado mucho porque todavía tiene la carita de niña”, dice Martha Rivera, su suegra, mientras sostiene la fotografía entre las manos.

No hay otra fotografía. Solo esa con la que familiares se apoyan para su búsqueda. Ahí está. Con un pequeño morralito que cuelga de su cuello y una playera naranja estampada con el logotipo de “Go the Distance”, un patrocinador de los maratones que tienen lugar en la sierra. 

Gabriela Cristina Rico Cruz, es originaria de la comunidad de Tehuerichi, una pequeña ranchería sin mayores oportunidades localizada en el municipio de Carichí.

De ahí partió el año pasado, con la decisión de venir a la capital como muchos de sus conocidos y familiares lo han hecho.

Pero el domingo 26 de junio, la intensa lluvia provocó la creciente del arroyo de la colonia Martín López que desemboca en el río Chuvíscar. Gaby quedó atrapada por la corriente.

Solo han hallado su falda, que cuelga de un tendedero afuera de la casa donde vivía.

Se la llevó el agua, comentan los niños que viven en el asentamiento y que apenas alcanzan a distinguir la tragedia, mientras familiares piden a las autoridades no cesar en la búsqueda y mantienen la esperanza de encontrarla.

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