Tardaron cinco horas en reportar asesinatos

Chihuahua.– Pasaron al menos cinco horas para que las autoridades estatales recibieran el primer reporte del asesinato de los padres jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, y del guía turístico Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez, a manos del líder criminal José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, el lunes 20 de junio. 

Datos proporcionados por el padre Javier “El Pato” Ávila Aguirre, el Gobierno del Estado y el Servicio de Emergencias 911 permiten establecer que este crimen se cometió alrededor de las 13:00 horas. 

De acuerdo con una publicación realizada por el padre “Pato”, fue al filo del mediodía cuando se le informó sobre el asesinato de los sacerdotes en la comunidad de Cerocahui, municipio de Urique, mientras que el Gobierno del Estado estableció que a las 18:00 horas se les reportó la presencia de tres personas sin vida en el poblado, ubicado a 370 kilómetros de distancia de la ciudad de Chihuahua. 

En el primer comunicado oficial, emitido a las 11:12 pm del lunes, el Gobierno estatal informó que desde que se recibió ese reporte se activaron los mecanismos de coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para realizar un operativo en la región. 

Para el mediodía del martes se dio a conocer que dicho operativo ya se había desplegado y que se habían sumado la Guardia Nacional, la Fiscalía General del Estado (FGE), la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE). 

Ese mismo día se detalló que fue en la mañana cuando se reportó a la línea de emergencia la privación de la libertad de dos hombres identificados como Paul Osvaldo B. y Armando B., así como de una mujer y un menor de edad, pero estos dos últimos no están desaparecidos, según confirmó ayer el fiscal general del Estado, Roberto Fierro.

Respecto al caso del guía turístico y los sacerdotes, la Fiscalía refirió que Pedro Eliodoro fue “levantado” pasadas las 13:00 horas y llevado a un templo de la misma comunidad, en donde fue privado de la vida junto con los jesuitas. 

A su vez, la SSPE recibió diversos llamados al servicio de emergencia entre la noche del 20 y la madrugada del 21 de junio. A las 23:53 horas del lunes llegó una llamada en el que una persona manifestaba haber visto una publicación en Facebook que decía que si tenían familiares en Cerocahui se comunicaran al 911 para proporcionar datos.

A las 0:35 horas del martes llegó otro llamado de una mujer que quería reportar la desaparición de su suegro, el señor Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez, de 60 años. 

Un minuto después, a las 00:36 horas, se comunicó el hijo de Pedro para detallar que desde las dos de la tarde del lunes no contestaba el celular y brindó datos sobre la vestimenta que llevaba: playera azul claro con el logo de “Tara aventuras”. 

El padre “Pato” declaró que tras estos hechos recorrió la comunidad el martes y pudo percibir la gran tristeza que embarga al pueblo por la pérdida de los sacerdotes, que eran muy queridos no sólo en Cerocahui sino en otras poblaciones de Urique, donde los jesuitas han sido referentes por su labor social. 

Indicó que aunque prevalece la calma, también es tangible el temor que provocó la violencia en contra de los líderes religiosos de la comunidad y de los civiles que visitaban el lugar. 

“Sentí yo en las personas mucho temor, miedo, inseguridad, creo que es notable en estos hechos que la gente empieza a cuestionarse muchas cosas y temen. Ha habido un ambiente de miedo por mucho años”, dijo. 

Puntualizó que los sacerdotes de la Compañía de Jesús no se retirarán de la sierra, pero prevén reunirse con el padre provincial Luis Gerardo Moro Madrid para dialogar sobre la situación que vive la orden tras estos lamentables hechos.