Estado

Sur de la ciudad de Chihuahua, lugar de ‘picaderos’

Vecinos han visto que su entorno se ha vuelto peligroso

Miguel Chavarría
El Diario de Chihuahua

martes, 06 agosto 2019 | 08:24

Silvestre Juárez/El Diario

Chihuahua— Las manchas de sangre aún pintan el piso de una casa abandonada. Son huellas de pies descalzos en el picadero de Jardines de Oriente, donde un joven fue asesinado a balazos el pasado domingo.

“Tengo viviendo aquí desde hace 16 años y la verdad es que todo ha empeorado. Antes aquí era tranquilo, ahora la violencia está más fuerte”, dice Rebecca, una de las vecinas de la colonia situada al extremo oriente de la ciudad de Chihuahua.

Ella logró escuchar los disparos la noche del domingo anterior. Fueron siete las detonaciones que le arrancaron la vida a un hombre que estaba siendo perseguido por sus victimarios.

“Yo iba a salir a tirar la basura. Eran como las 10 u 11 de la noche y pues escuché los disparos y ya mejor no salí. Me quedé con mi hijo, sólo escuche a los muchachos gritar: ‘ya vámonos, ya vámonos, güey, ahí viene la chota’. Ya luego se arrancaron y se fueron”, cuenta Rebecca, nombre ficticio a petición de anonimato.

El joven fue asesinado sobre la calle de Parque Drago, en una vivienda casi abandonada, de color guinda. La víctima, de 18 años fue alcanzado por unos sujetos armados cuando él iba huyendo.

Los vidrios están rotos y desde la ventana de la cochera se puede ver una pared con una mancha grande de color rojo, presumiblemente sangre. La pared de ese mismo cuarto tiene calcomanías de personajes cholos caricaturizados.

Es una recámara pequeña con una base de cama sin su colchón. En la entrada del domicilio la sangre de las huellas quedó bien marcada en el piso de cemento. Los vestigios de una huída.

 “Yo ya casi ni salgo a jugar”, dice el hijo de Rebecca. Es porque tiene miedo, cuenta.

“Hasta mi hijo mayor, que es el que trabaja y llega tarde, me dice que ya le da miedo venir a la casa en la noche”, añade la mujer.

Otra de las vecinas, Milred, concluye lo mismo que Rebecca: la vida en Jardines de Oriente es peor.

Ella tiene desde 2007 viviendo lejos de la mancha urbana. “Aquí antes nadie molestaba, ahora que más gente vino para acá se puso más violenta”. Milred se dice afortunada de nunca haber sido víctima de algún delito. Lo cuenta mientras se asoma por la calle de Parque Drago para señalar la casa donde ocurrió el asesinato.

“Escuché como siete disparos, yo estaba aquí afuera cuando se escucharon los balazos. Estaba con unas vecinas cuando pasó.

 Sólo nos asomamos un rato para ver qué había pasado y luego ya nos metimos a la casa. A cada rato se escuchan balazos”.

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