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Estado

Si mis hijos siguieran mis pasos estaría orgulloso: policía

Germán tiene 36 años de edad, de los cuales 9 ha servido en la Policía Municipal

Valentín Hierro Jaime/ El Diario

viernes, 19 junio 2020 | 11:27

Valentín Hierro Jaime/ El Diario Valentín Hierro Jaime/ El Diario Valentín Hierro Jaime/ El Diario Valentín Hierro Jaime/ El Diario

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Chihuahua.- “Si mis hijos quisieran seguir mi profesión de ser policia me daría mucho gusto porque sé que aunque sea un riesgo para ellos, es el algo hermoso el proteger y servir”, dice Germán Rogelio Hernández, mejor conocido como “Alushe” en las filas de la Policía Municipal.

Como un orgullo ser padre y policía, así cataloga su vida el agente Hernández Reynosa, de 36 años de edad, de los cuales 9 años ha dedicado al servicio en la Dirección de Seguridad Pública Municipal.

“Alushe”, como le llaman de cariño sus compañeros de la corporación, dedica su tiempo a los jóvenes, a quienes les imparte pláticas desde la Unidad Atención a  Pandillas, donde se encamina a los ciudadanos a enfocarse a hacer el bien social.

Germán es padre de Leslie Alejandra e Ian Germán, de 11 y 7 años de edad respectivamente, a quienes  trata de enseñar día a día los valores y encaminarlos para que sean personas de bien, pero sobretodo a  ayudar al prójimo.

La labor policiaca es difícil, pues en ocasiones tiene que trabajar toda la noche o incluso 24 horas, tiempo en el que coordinar su labor policiaca con la de padre de familia debe ser su prioridad.

Valiéndose de la tecnologías, principalmente de las redes sociales, puede estar cerca de los hijos, pues es a través de esas herramientas que puede hablar e incluso ayudar a sus dos pequeños a hacer tareas escolares.

Tras culminar su turno llega a casa, donde Leslie y Germancito lo esperan ansiosos en la puerta de su vivienda.

“Es lo que más llena de felicidad y me fortalece para enfrentar cada día que enfrentamos algún suceso de alto impacto, que nos pone en riesgo y en alerta a todos los compañeros”, dice.

Su familia, pues, es la fortaleza que le permite afrontar las adversidades, siempre con la mente en que tiene dos pequeños que lo esperan en casa.

Hernández Reynosa señala con orgullo  que “si mis hijos quisieran seguir mi profesión de ser policía me daría mucho gusto, porque sé que aunque sea un riesgo para ellos, es el algo hermoso el proteger y servir”

“A mi padre Juan Ángel Hernández Acosta le doy  las gracias por todo el apoyo y por todas sus enseñanzas así como haberme guiado por el buen camino y yo poder darle el mismo ejemplo a mis pequeños”, concluye.

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