Diario
Estado
domingo, 07 julio 2019 | 14:09
Una investigación realizada por el medio nacional La Silla Rota, reveló el contenido de alrededor de 20 llamadas y mensajes entre los secuestradores y la familia de Norberto Ronquillo.
Los negociadores utilizaron el propio teléfono del joven, y otro celular con número 5531237449, los cuales mantuvieron su ubicación en distintos puntos de la alcaldía de Tlalpan, en la Ciudad de México.
Un tío de Norberto recibió la primera llamada, a las 21:41 horas del pasado 4 de junio, pero fue cortada en unos segundos.
En la segunda llamada, se escuchó la voz de un hombre no mayor de 30 años con acento de la capital, quien exclamó: “¿Por qué cuelgas, p…?”
“Empieza a juntar dinero, p…” fue la orden que recibió la tía de Norberto en la tercera llamada, a la cual siguieran otras dos que no fueron concretadas, debido a que la cancelaban antes de contestar.
Los familiares declararon que nunca les dieron prueba de que Norberto se encontrara con vida, mas en una llamada escucharon un grito de auxilio, el cual suponen que era del joven.
Desde el teléfono de la víctima, siguieron ordenando que fueran juntando el dinero.
“Tenemos a tu sobrino, no queremos nada de m…, me vas juntando el dinero, te hablamos más tarde".
Diez minutos después de la primera llamada, los familiares recibieron en un mensaje el monto de dinero que buscaban cobrar los secuestradores:
"5 miyones sinpen… en 1 hr (sic)".
Cuando la tía comentó en que no tenían tal cantidad de dinero [cinco millones de pesos], los secuestradores comentaron que “no se hiciera p…” y que lo consiguiera, “a ver cómo le haces, tienes que conseguir esa cantidad”.
Los delincuentes declararon a los tíos saber de las propiedades y negocios de la familia de Norberto.
El último mensaje de parte de los delincuentes también tenía su geolocalización en Tlalpan, a las 02:52 de la madrugada del 5 de junio. Esta vez fue al primo de Norberto, Osvaldo, quien fue el encargado de dejar el dinero.
A pesar de seguir las instrucciones, el cuerpo de Norberto fue encontrado envuelto en cobijas y sábanas, en Xochimilco.
Una de estas sábanas se convirtió en una clave en la investigación, al descubrir un bordado en el cual se lee “familia Hernández Guarneros”. Gracias al detalle, ya hay tres personas relacionadas con estos apellidos las cuales están siendo investigadas.