Preservan la historia de los chihuahuenses

Chihuahua, Chih.- Para conmemorar el Día Nacional del Archivista, el Municipio de Chihuahua realizó ayer una serie de conferencias y exposiciones de documentos con cientos de años de antigüedad, así como explicaciones de la importancia de la preservación de los archivos históricos de una ciudad.

Se presentó la conferencia “La memoria histórica a través del Archivo Municipal de Chihuahua a cargo del cronista de la ciudad, Rubén Beltrán Acosta en el Salón 12 de Octubre del Palacio Municipal, evento organizado por la Coordinación de Transparencia, Gobierno Abierto y Archivo del Municipio.

La coordinadora de la dependencia, Carmen Yazmín Hidalgo Posada, además de ser la anfitriona y agradecer la asistencia, resaltó el trabajo relevante de la conservación de archivos históricos de Chihuahua como algunos que datan de más de 300 años, textos anterior a la fundación de la ciudad.

Además, en el Edificio de Regidores antiguo Banco Comermex ubicado en la calle Victoria entre Independencia y Segunda, se presentó la plática y exposición “El ciclo vital del documento, su gestión y retos institucionales”, como reflexión de la necesidad de tener los documentos y lo rico en historia.

Aunque el día se celebra cada 27 de marzo, se optó por hacer las actividades el pasado lunes a fin de que los interesados pudieran asistir.

A partir del 27 de marzo de 1995, se ha venido celebrando en México el Día Nacional del Archivista. Y fue el Archivo General de la Nación (AGN) quien designó esa fecha, porque fue precisamente un 27 de marzo, pero de 1790, cuando el virrey Juan Vicente de Güemes Pacheco de Padilla y Horcasitas, II conde de Revillagigedo, dirigió al Ministerio de Gracia y Justicia de España una carta en la que exponía la necesidad de la creación de un Archivo General para la Nueva España, ante el mal estado en el cual había encontrado la documentación de las diversas oficinas del virreinato, donde imperaban los archivos, “sumamente confusos por impericia y por desorden”, sepultados y olvidados en los tribunales u oficinas, porque se les trataba como “inútiles sin considerar que muchos encierran y guardan resoluciones y providencias exquisitas, que hacen la veneración de las leyes y de los legisladores que han precedido”.