Piden cambiar plan anticrimen tras asesinatos de jesuitas

Chihuahua.— El activista Víctor Quintana Silveyra consideró que el homicidio de los dos sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, en Cerocahui, debe ser el parteaguas para contener la violencia criminal contra el pueblo de la Sierra Tarahumara.

"Para las autoridades de los tres órdenes de Gobierno, éste debe ser el parteaguas para implementar de una vez por todas, un cambio de estrategia ante el crimen organizado que tiene asolada toda la Sierra Tarahumara, que desplaza a comunidades enteras, devasta e incendia bosques, se apodera de ganados, siembra el terror entre la población", compartió Quintana Silveyra en su cuenta de Facebook.

"No es echándose la culpa entre los diversos niveles de Gobierno como se soluciona el problema, sino implementando una estrategia eficaz, cercana al pueblo, que a la vez que atienda las causas sociales de la delincuencia, actúe de inmediato contra sus manifestaciones", agregó.

Los padres jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora fueron asesinados el lunes cuando daban auxilio a un hombre baleado y perseguido por criminales que intentó refugiarse en su templo.

Según las primeras investigaciones del Gobierno de Chihuahua, el civil asesinado junto con los sacerdotes era un guía de turistas identificado como Pedro Heliodoro Palma Gutiérrez, quien fue plagiado en un hotel de Cerocahui y posteriormente llevado al templo.

"Manifestamos nuestra indignación y tristeza ante este triple asesinato y nos sumamos a la demanda de esclarecimiento de los hechos y de justicia pronta y expedita", dijo Quintana Silveyra, ex secretario de Desarrollo Social en la Administración estatal anterior.

Dijo reconocer la entrega sin reservas y la mística de servicio de los sacerdotes Campos y Mora.

"Que el sacrificio de Javier Campos y Joaquín Mora no sea en vano. Que sirva para que por fin se ponga fin a la violencia y al terror del pueblo de la Tarahumara".