Estado

Pareja usaba a sus dos hijos para estafar; los hacían pasar por enfermos de cáncer

La Fiscalía General del Estado y el DIF estatal se encuentran investigando el caso registrado en Nuevo Casas Grandes

El Diario de Nvo. Casas Grandes

sábado, 07 marzo 2020 | 17:14

Nuevo Casas Grandes.- En la mayor secrecía, la Fiscalía General del Estado y el DIF estatal se encuentran investigando a un matrimonio que usó a sus hijos para hacerles creer a personas de Nuevo Casas Grandes que tenían cáncer, y obtener así apoyos económicos y en especie por más de 50 mil pesos.

La farsa de este matrimonio originario de Jalisco fue puesta al descubierto, y ya se interpusieron denuncias formales contra la pareja identificada como Rafael Reyes Vargas y Lucía García Gutiérrez, que manipuló a sus hijos para hacer creer a la gente que tenían cáncer. El colmo: los señalados también interpusieron denuncia contra sus benefactores porque “les quitaron las cosas que les habían regalado”.

“Señor: ¿hay juguetes en el cielo?… porque no me quiero ir al cielo sin tener una tablet”, fueron las conmovedoras palabras que un niño canalizado con suero, con un gorro para cubrir su cabeza rapada y un cubrebocas, que abrieron una campaña desinteresada de un padre de familia, exagente del Ministerio Público que buscó apoyo entre sus conocidos, la mayoría profesionistas incluyendo a personal de la Presidencia Municipal, para aportar dinero y artículos a esta familia de cinco miembros.

Desde septiembre aproximadamente comenzaron esos apoyos para la familia, que supuestamente tenía a su pequeño Jonathan Javier de 8 años con leucemia (cáncer en la sangre).

Las ayudas no solo fueron inmediatas, sino que se multiplicaron con gente de buena fe que se sumó a este esfuerzo por la condición humilde de la familia, donde se dijo que quien daba la cara para montar todo el drama era justamente la madre de familia, Lucía García Gutiérrez, quien se hacía acompañar también de una “nana” identificada como Celia Amézquita Vázquez.

En el extremo de la simulación, los padres mantenían a la vista pública a su hijo con su gorro y cubrebocas, así como el suero conectado con una aguja a su brazo.

Muebles, teléfonos celulares, una casa prestada, cantidades que iban de los 1,200 a los 1,500 pesos fijos cada decena, además de otras aportaciones monetarias de voluntarios ocasionales, viajes, hospedaje y muchas cosas más, fue lo que la familia obtuvo gracias a la caridad de la gente que se compadeció de su caso.

La ambición le ganó rápido al matrimonio y poco después su hijo Nicolás, de 1 año 8 meses, también había sido diagnosticado con “cáncer”, para lo que incluso se le veían constantemente con moretones en su cuerpo.

Los padres hasta habían logrado conseguir documentos certificados del Centro de Salud para que sus hijos con ‘”cáncer” recibieran atención médica en Ciudad Juárez, ya que en Nuevo Casas Grandes no existen oncólogos para valorar la salud de los niños, lo que le dio mayor veracidad a su montaje.

Sin embargo, al paso de los meses algunos comenzaron a desconfiar y fue así como se dieron cuenta de que ninguno de los niños estaba enfermo y que todo lo que habían aportado fue el resultado de un engaño. Sintiéndose defraudados, el pasado jueves acudieron a las oficinas de la Fiscalía General del Estado para interponer una denuncia formal por el delito de fraude simple.

Varios de los benefactores que se sintieron indignados por la burla hacia su buena voluntad se presentaron ante el matrimonio para recuperar varios de los objetos que les habían obsequiado a fin de que tuvieran las mayores facilidades en el proceso de la atención a sus hijos con “cáncer”. 

Pero ayer el matrimonio acudió también ante un agente del Ministerio Público para demandar a quienes una vez los apoyaron por haberles retirado lo que les habían regalado.

Uno de los denunciantes, Víctor Quiñones, cuestionó, más allá del fraude cometido por estas personas, el ambiente familiar en el que se están creciendo esos niños, además de su hermanita de 10 años, quien es la mayor, pues si de tan pequeños se les está enseñando a mentir y fingir algo tan sensible como una enfermedad terminal, es urgente que alguna autoridad intervenga para rescatarlos de ese clima tan tóxico para su desarrollo mental, dijeron.

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