Miroslava comunicó amenazas del narco y Corral no hizo nada

Chihuahua— Antes de ser asesinada el 23 de marzo del 2017, la periodista Miroslava Breach Velducea, corresponsal de La Jornada, había informado al gobernador Javier Corral Jurado de amenazas en su contra. Tenía la confianza de que podría estar protegida, sin embargo, funcionarios del propio Gobierno eran los que la presionaban y le hacían llegar mensajes del crimen organizado.

Dos familiares de la periodista, presentados como testigos de identidad reservada, revelaron esos puntos al presentarse ayer a la primera de varias audiencias que habrá en el juicio oral en contra de Juan Carlos M. O., alias ‘El Larry’, único detenido por ese crimen. 

Las amenazas directas a Miroslava las hacían llegar Hugo Schultz, exalcalde de Chínipas por el PAN y posteriormente funcionario educativo de Corral, Alfredo Piñera, exvocero de la dirigencia estatal panista y actual asesor en el Congreso del Estado, y José Luévano, exsecretario general de Acción Nacional, exsecretario particular del gobernador, hoy en día director del Instituto Chihuahuense de Infraestructura Educativa (Ichife).

Los nombres de esos tres personajes los detallaron los testigos identificados como “Silver” y “1”, hermanas de la periodista, y una de ellas aseguró que Miroslava les decía “los mensajeros del narco”. 

De esas tres personas citadas, Luévano se presentó ayer mismo y tomó protesta para rendir su testimonio en futuras fechas, mientras que los otros dos no fueron mencionados como participantes por parte de la Fiscalía Especializada de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle).

Las amenazas contra la víctima no llegaron sólo de ellos, sino por mensajes vía telefónica, de las que había hecho conocimiento al mandatario, que llegó al poder en octubre del 2016. Éstas se habrían hecho desde Chínipas por parte del grupo delincuencial conocido como “Los Salazar” o “Los Salazares”, y del capo conocido como “El 80”, relataron. 

“Me consta que le comentó al gobernador mediante una plática por WhatsApp. Corral había dado supuestamente la instrucción de cuidar a Miros y en vez de eso, la grabaron para sacarle información. Miroslava le dijo a Corral que le estaban haciendo llamadas y le contestó que estaría todo para su protección. Se supone que había confianza”, relató una de ellas, de identidad “Silver”.

En el caso específico de Schultz, indicó “1”, era considerado el enlace entre el crimen organizado de Chínipas y la autoridad, pues él proveía de recursos ilícitos a las campañas políticas, añadió. 

Incluso Miroslava le había entregado a Corral parte de una investigación que ella estaba realizando pero ante la poca acción, ya estaba decepcionada del actuar del mandatario, al que conocía de muchos años atrás y en el que tenía confianza tras ganar la gubernatura. 

Además de ellas, la hija de la periodista, identificada como “Mila”, compareció ante el juzgado en una sala aparte y con su imagen distorsionada por acuerdo de la parte defensora del imputado y de la mesa acusadora. Ella relató lo ocurrido el 23 de marzo del 2017, de cómo escuchó detonaciones, observó a su madre sin vida, y lo difícil que ha resultado el tiempo después del crimen. 

“No dejó de escribir a pesar de las advertencias. Era demasiado comprometida con su trabajo”, manifestó.

El juicio histórico de los más de 60 testigos… y con acceso limitado 

Con la audiencia de ayer, inició un juicio histórico en México al ser el primer caso de una persona dedicada al periodismo asesinada y cuyo caso llega a esa etapa procesal penal por parte de la Feadle. 

En contraste con ello, el edificio del Centro de Justicia Penal tiene un espacio que limita el acceso a medios de comunicación y público en general. Ayer sólo pudieron ingresar representantes de 8 medios. 

“Éste es un caso emblemático, por ser el primer juicio en el sistema penal acusatorio federal por el asesinato de un periodista. Es un referente en la justicia por los más de 100 periodistas asesinados en el país. A 35 días de cumplirse los 3 años del asesinato de Miroslava, queremos justicia”, manifestó Sara Mendiola, directora de Propuesta Cívica, la organización que coadyuva con la Feadle en el caso. 

Entre la Fiscalía, esa organización y la defensa del imputado, se presentarán 63 testigos, de los cuales ayer se tomaron protesta sólo a los que ofertó la Feadle. Posteriormente acudirán 4 de Propuesta Cívica, entre los que se encuentra el fiscal general de Chihuahua, César Augusto Peniche Espejel, y finalmente los que oferte la defensa para concluir, en caso de ser su deseo, con un testimonio del detenido. 

Las audiencias se realizarán ésta semana en jornadas de 9:00 de la mañana a 8:00 de la noche, con posibilidad a tener actividad el fin de semana, y posiblemente la próxima en un horario de 9 de la mañana a 12 del mediodía. Y de ser el caso, adelantó el juez Néstor Pedraza Sotelo, que encabeza el juicio, se habilitaría una tercera semana. 

Además de las familiares de la periodista, ayer se presentaron los testigos de identidad reservada “Gugo”, exempleador de Miroslava y director del periódico Norte de Juárez, y “Kevin”, excolaborador de la corresponsal de La Jornada en una agencia de noticias que había comenzado a operar. Ambos dieron cuenta de las amenazas que había recibido con anterioridad. 

Posteriormente subieron al estrado, Juana Payán, agente investigadora de la Fiscalía fue cuestionada y detalló algunas fotografías de la escena del crimen, proyectadas en la sala de audiencia.

Joaquín Torrez, de análisis de la Fiscalía General de la República dio una explicación de datos arrojados tras revisar más de 800 textos de Miroslava, en los que resaltaron temas de corrupción, impunidad, vínculo del crimen con la política, entre otros.

Mientras que el agente de Fiscalía, Brandon Herrera, realizó también análisis de algunas notas de Miroslava y de los cuales se comprobaría que la agresión recibida fue por su trabajo como periodista. 

Teoría del caso de Feadle es que Crispín Salazar la mandó matar

Al iniciar los alegatos en el juicio oral, la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Libertad de Expresión (Feadle) adelantó que comprobará que Crispín Salazar Zamorano, líder del grupo criminal conocido como Los Salazar, instruyó a Juan Carlos M.O. a realizar el crimen.

El motivo fue que Miroslava publicó varios reportajes que establecieron la infiltración de ese grupo criminal en decisiones políticas para definir candidaturas en Chínipas, donde tiene mayor influencia ese grupo.

Para ello se tiene como testigo protegido y solicitado a incluir en el juicio al hijo del propio Crispín, que daría detalles de la forma en que se instruyó el crimen y el reporte después de haberlo llevado a cabo, sin embargo, el medio de prueba fue rechazado por la defensa del imputado, al considerar que no estaba incluido como prueba, aunque el juez dijo que atenderá el testimonio y decidirá si se acepta o no. 

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