Estado

Menores asesinos en Chihuahua

Algunos de los homicidas ya están en libertad luego de cometer crímenes atroces

Staff
El Diario de Chihuahua

jueves, 03 octubre 2019 | 13:32

Chihuahua.- El asesinato de Bryan Alexis, de 7 años, cometido presuntamente por su primo de 15, se suma a otros cometidos por menores de edad que han conmocionado a Chihuahua en los últimos años. Niños y adolescentes que han asesinado a sangre fría, en actos previamente premeditados.

Este es el recuento de algunos de ellos:

A LOS 10 AÑOS, MATÓ Y COLGÓ DE UN ÁRBOL A SU HERMANITA

En agosto del 2016, en el poblado del Terrero, municipio de Namiquipa ocurrió uno de los homicidios más cruentos cometidos por un menor de edad. Un niño de 12 años asesinó a su hermanita de 10 y colgó su cuerpo de un árbol.

No actuó solo. Lo hizo acompañado de un amiga de 14 años, según revelaron las investigaciones posteriormente.

Según lo relatado los menores atacaron a la niña porque ella les destruyó una “casita” con la que estaban jugando. En castigo decidieron colgarla con un cable como escarmiento, pero al bajarla, la niña ya no reaccionaba.

Los padres estaban trabajando como empleados jornaleros en huertas manzaneras cuando se dieron los hechos.

El homicida, identificado como Antonio y su amiga eran muy rebeldes, y según otro hermano del menor, ambos consumían mariguana, lo que llevó a suponer a las autoridades que se encontraban bajo la influencia del estupefaciente al momento del asesinato.

Debido a su minoría de edad, Antonio fue inimputable por el delito de homicidio. Sin embargo, fue internado en un centro de rehabilitación para que recibirá atención terapéutica.

La otra menor, fue enviado a un Centro de Readaptación de Menores Infractores, para que purgara una pena de tres años de prisión.

TENÍA GANAS DE “ENFIERRAR” A ALGUIEN, Y ASESINÓ A ESTUDIANTE

En febrero del 2014 un menor de 14 años de edad, identificado como Heli “N” fue detenido por elementos de la Fiscalía General de Chihuahua, como presunto asesino de un estudiante de secundaria en la capital del estado, cuando este salía de la escuela.

Heli, que no estudiaba, lo estaba esperando afuera del plantel ubicado en la colonia Los Pinos y lo hirió con un arma punzocortante.

El padre de la víctima lo encontró tirado y con una lesión en el abdomen que le provocó la muerte horas más tarde en un hospital donde fue trasladado con la esperanza de que pudiera ser atendido.

Al parecer no hubo un motivo que justificara la agresión. Según las declaraciones de testigos y conocidos del joven homicida, Heli había comentado simplemente que  tenía ganas de “enfierrar a alguien”.

Un mes antes ya había lesionado a otro estudiante, utilizando la misma arma.

ASESINÓ A SU MADRE Y HERMANA; SIMULÓ HOMICIDIO AL ESTILO CRIMEN ORGANIZADO

Karen G.,  tenía 14 años cuando fue detenida y acusada de planear y cometer el asesinato de su madrastra y hermana adoptiva en Ciudad Juárez. Corría el mes de marzo del 2014.

Simulando un homicidio al estilo del crimen organizado, la jovencita apoyada por su novio y su hermano –ambos mayores de edad- obligaron a sus víctimas a tomar pastillas para que perdieran el conocimiento y las golpearon en la cabeza hasta matarlas. Después las calcinaron.

De acuerdo a las investigaciones realizadas los tres planearon con anticipación el crimen, incluso, la gasolina con la cual fueron calcinadas las mujeres había sido adquirida días antes y escondida en el patio de la casa.

Entre los tres sometieron a la madre adoptiva de Karen G y cuando su hermanastra llegó también fue torturada. Las envolvieron en cobijas y las llevaron a un lugar donde las rociaron con gasolina y las incineraron.

Se pudo establecer que el móvil de los hechos fue el robo.

Karen fue sentenciada a 10 años de prisión, pero la reforma a Ley de menores infractores redujo su pena a 5 años.

LOS CINCO NIÑOS QUE ASESINARON JUGANDO A UN SECUESTRO

En mayo del 2015, cinco menores de edad “jugando al secuestro” asesinaron a un niño de 6 años identificado como Christopher en la colonia Laderas de San Guillermo, Chihuahua.

Los adolescentes, uno de 12 años dos, dos de 15 y dos niñas de 13, lo invitaron a recoger leña a lo que el pequeño accedió. Ya estando cerca de un arroyo en un lote baldío, los menores decidieron “secuestrar” y posteriormente asesinarlo.

Lo amarraron de manos y pies, lo golpearon en repetidas ocasiones en el rostro con un palo y piedras, para luego sofocarlo.

Horas más tarde, presa del remordimiento, uno de los adolescentes de 15 años, le confesó a su madre lo que había ocurrido por lo que ésta dio aviso a las autoridades correspondientes que acudieron al lugar, identificando el cuerpo del niño de 6 años.

Debido a su minoría de edad dos de ellos no fueron imputados, quedaron bajo la tutela del DIF para recibir tratamiento sicológico. Un tercero tampoco fue sentenciado debido a que se determinó que padecía discapacidad mental y sólo dos fueron sentenciados.

La reforma del 2016, en materia de aplicación de la justicia en contra de menores infractores, los benefició también con la reducción de la condena.

ANA CAROLINA

El año pasado, tras permanecer cuatro años 10 meses recluida en el Centro Especializado de Reinserción Social, sentenciada por asesinar a sus padres adoptivos, Ana Carolina fue puesta en libertad.

Tenía 14 años cuando en el 2013 con apoyo de su novio y un amigo, planeó y ejecutó el homicidio de sus padres en esta capital.

Su sentencia de 10 años se redujo a 5 tras la entrada en vigor de la nueva Ley Nacional de Justicia para Adolescentes Infractores.

Ana Carolina había quedado quedado huérfana al año de nacida, y fue adoptada por una pareja en la que el padre tenía 65 años y la madre 45.

La joven declaró que si bien su familia tenía buena posición económica, nunca se sintió querida, razón por la cual decidió asesinarlos.

Los padres adoptivos murieron estrangulados, les inyectaron en la yugular cloro con insecticida, y tras cometer el asesinato los tres jóvenes fueron a cenar Hot dogs y bebieron cervezas.

A la mañana siguiente acudieron a un lote baldío, rociaron gasolina a los cuerpos para prenderles fuego, luego salieron tranquilamente de compras y por la noche acudieron a una fiesta.

Quienes trataron a Ana, la describen como tranquila, reservada, inteligente, no muy sociable. Siempre supo que era adoptada.

En la audiencia donde fue enjuiciada, sorprendió por la frialdad que demostró al hablar y confesar el crimen.

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