Estado

Mando Único, entre acusaciones y violencia

A dos años de tomar el control, se ha ‘enfrentado’ más al alcalde que al narcotráfico

Miguel Chavarría
El Diario de Chihuahua

jueves, 20 junio 2019 | 11:29

Tomada de Internet | Foto ilustrativa

Chihuahua— Cuando el Mando Único tomó las operaciones de seguridad pública en el municipio de Cuauhtémoc el 1 de abril de 2017, ni la violencia ni las acusaciones en contra de las autoridades estatales terminaron.

Esta estrategia de seguridad había sido implementada en otros municipios de la Sierra Tarahumara para someter la violencia producida por el narco, pero en Cuauhtémoc, el Mando Único se enfrentaría a la oposición municipal del actual alcalde, Carlos Tena.

Los desencuentros con la violencia comenzaron en junio de 2017 cuando un hombre armado con un cuerno de chivo bajó de un automóvil para disparar en un bar llamado “Chicho’s”, ubicado al centro de la ciudad. La masacre dejó un saldo de seis muertos y 22 heridos.

Jesús Cortés Jiménez, entonces director del Mando Único en Cuauhtémoc, dio a conocer que el bar era un punto de venta de drogas.

Sin embargo, un mes antes de que el Mando Único sustituyera a las fuerzas policiales del municipio, un enfrentamiento ocurrió en la localidad de Rubio, que dejó un saldo de ocho muertos, entre ellos, César Raúl Gamboa Sosa, alias “El Cabo”, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa.

En ese periodo dos lonas habían sido colocadas en Cuauhtémoc por personas ligadas al crimen organizado, en las cuales destacaron que “gente inocente” estaba perdiendo la vida por la corrupción entre la ahora extinta Policía Estatal Única (PEU) y el cártel de la Línea.

Jesús Cortés Jiménez comentó que de las investigaciones indicaban que la violencia era sólo un ajuste entre bandas delictivas y que ninguna persona inocente estaba siendo asesinada. “Si usted no vende droga o no está inmiscuido en ningún ilícito, no tiene por qué temer” sentenció el comandante.

Después del enfrentamiento donde murió “El Cabo”, y de la masacre en el bar de Chicho’s, Cortés Jiménez aseguró que el Mando Único había logrado “golpes contundentes en contra del grupo delictivo local, como lo es la incautación de dinero en efectivo, armas, vehículos, casas de seguridad y cientos de dosis de droga, principalmente cocaína que ya no se encuentran en la ciudad”.

En ese mismo mes, Javier Corral anunció que se pondría en acción un programa de “redignificación” policial para llevar a cabo un proceso de depuración policiaca.

“La seguridad pública es un reto permanente de todo gobierno y lo aceptamos con absoluta responsabilidad. Hemos heredado un clima de violencia e inseguridad, encontramos el estado con índices delictivos muy por encima del promedio nacional, pero lo asumimos y estamos en la tarea de fortalecer a las instituciones”, comentó el gobernador.

Casi una semana después de esa declaración, el comandante del Mando Único, Jesús Cortés Jiménez, y otros elementos de la policía estatal comenzarían a ser investigados por la desaparición forzada de Daniel Valladolid, Leonardo Arcos y Jesús Manuel Guaderrama.

En abril pasado, Cortés Jiménez y el expolicía Israel Córdova fueron declarados culpables por su participación en la desaparición forzada de aquellos tres hombres. Ambos agentes cumplirán una sentencia de 28 años.

Cuando se anunció la investigación en junio de 2017 en contra de Cortés Jiménez, llegó Aarón Quintana a la dirección del Mando Único en Cuauhtémoc. De acuerdo con información publicada en medios, Cortés Jiménez asumiría el mismo cargo en el municipio de Madera, donde también se ha impuesto un Mando Único de policía.

El Mando Único estaba operando sin la oposición del presidente municipal de Cuauhtémoc, el panista Humberto Pérez Holguín.

Sin embargo, la transición en 2018 de la alcaldía llegaría pronto con Carlos Tena Nevárez, quien fue elegido para gobernar el municipio.

Desde inicios de sus adiministración, Carlos Tena mencionó su descontento con el actuar del Mando Único, al cual acusó de “no hacer nada” y de permanecer en el hotel “viendo la televisión” en delitos de alto impacto, y mandar por delante a una policía municipal que fue desarticulada.

Carlos Tena señaló que habrá de revisar el decreto del Gobierno del Estado para instalar el Mando Único en este municipio, para “recobrar la autonomía” que como municipio se debe de tener en materia de seguridad.

Óscar Aparicio Avendaño, titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), señaló que el Mando Único tuvo una reestructuración y reasignación de mandos. “Queremos gente nueva, con un nuevo criterio, se trata de personal con una amplia experiencia, estoy seguro que harán un excelente trabajo en la región”, expresó.

Por ello, anunciaron la reactivación del Mando Único en el municipio a inicios de noviembre de 2018. Pero no pasaron ni 21 días cuando se llevó a cabo un nuevo rompimiento entre Cuauhtémoc y el Gobierno del Estado. Eso debido a la detención de 13 elementos municipales y del director administrativo de Seguridad Pública de Cuauhtémoc, Efrén Peñaflores Rodríguez, por la presunta falta de licencia para portar armas.

Los detenidos fueron liberados días después por órdenes de un juez, ya que el ministerio público no logró ofrecer suficientes elementos probatorios para acreditar un delito. “Sabemos que las licencias de portación no se dan de un día para otro, no podrían detenerlos porque no la tenían en su momento, las revisión sorpresivas las realiza el Ejército Mexicano y la ley es muy clara que en las revisiones no se pueden quedar a cargo de los agentes, como lo hicieron en estas detenciones, son ilegales” comentó el juez al desechar las acusaciones de los ministerios público.

Cuando llegó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador al país el 1 de diciembre de 2018, el delegado estatal de la Secretaría de Bienestar Social, Juan Carlos Loera, comenzó a organizar mesas de seguridad entre el gobierno de Carlos Tena y Jesús Manuel Carrasco Chacón, fiscal de distrito Zona Occidente.

Pero Carlos Tena insistía en la desaparición del Mando Único en Cuauhtémoc. Además, comenzó a no asistir a las mesas de seguridad en enero, ya que afirmó que la Fiscalía General del Estado (FGE) no tocaban temas de seguridad pública, debido a que invitaban a funcionarios ajenos a dicho ramo.

También afirmó que Jesús Manuel Carrasco Chacón, fiscal de distrito Zona Occidente compartía información discutida durante las mesas de seguridad a medios de comunicación. “Es muy delicado que el presidente municipal vaya y toque un tema de seguridad y luego lo ‘ventaneen’ por otro lado. Es peligroso.

Pone en riesgo su integridad. Por eso decidí no volver hasta que yo recibiera la instrucción de México”, declaró Carlos Tena, quien afirmó que a Efrén Peñaflores no se le permitía acceder a las reuniones.

Otros desencuentros pasaron antes, en octubre de 2019, cuando se reportó el secuestro del policía municipal Jesús Andrade Chagoya, quien días después fue localizado sin vida. Carlos Tena responsabilizó lo sucedido a los policías estatales.

Aparicio Avendaño dijo que han sido respetuosos con las autoridades municipales, pero lamentó la postura que el alcalde ha asumido, asegurando que ha tratado de politizar la situación que se vive en Cuauhtémoc.

El 26 de febrero pasado, la tensión escaló aún más cuando Efrén Peñaflores y su escolta fueron baleados entrando a la ciudad de Chihuahua.

El jefe del seguridad pública de Cuauhtémoc murió instantes después en el hospital. Pero a mediados de este mayo, Carlos Tena y Abraham Castañeda Roldán, director actual del Mando Único en Cuauhtémoc, manifestaron su intención de dejar atrás las diferencias que mantenían limitado el actual de la corporación. 

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