Estado

La tumba abandonada de 'El Destripador de Juárez'

En el Panteón Municipal 1 de Chihuahua se encuentra la cripta de Abdel Latiff Sharif Sharif, quien fuera conocido también como 'El Egipcio'

Carlos González
El Diario de Chihuahua

martes, 29 octubre 2019 | 11:08

Francisco López/El Diario

Chihuahua— Abandonada en el patio 44 del Panteón Municipal 1, se encuentra la tumba de Abdel Latiff Sharif Sharif, mejor conocido como “El Egipcio” o “El Destripador de Juárez”, acusado de por lo menos 20 feminicidios, aunque condenado a 20 años de prisión sólo por el homicidio de Elizabeth Castro García, quien desapareció el 14 de agosto de 1995, en Ciudad Juárez y cuyo cuerpo fue encontrado en la carretera a Casas Grandes dos días después.

Sharif era un químico egipcio exitoso que laboró por muchos años en empresas de Estados Unidos con ese giro. En 1994 llegó a trabajar a Ciudad Juárez, en donde al poco tiempo fue detenido y después relacionado a los sujetos apodados “La Foca” y “El Cerillo”, quienes a decir de las autoridades, pertenecían a la banda de “Los Ruteros”, quienes supuestamente se encargaban de violar y asesinar a mujeres que trabajaban en empresas maquiladoras.

Archivos de la época aseguraron que nunca se pudo comprobar la participación de “El Egipcio” en los feminicidios de los que se le acusaba, pero que la presión local, nacional e internacional, hicieron que fuera condenado, primero a 30 años y luego se le redujo a 20. Murió el 1 de junio del 2006 en el Cereso de Aquiles Serdán por un infarto al miocardio a los 59 años.

El presunto asesino serial nació el 19 de septiembre de 1946 en Egipto, su tumba, con unas cuantas flores artificiales viejas, un rosario de color negro y una cruz blanca que lleva su nombre, tiene además una leyenda que dice: “Solo Dios para juzgarte”.

Archivos periodísticos señalan que “El Destripador de Juárez” no tenía familia en Chihuahua, aunque su cuerpo fue colocado en una fosa en la que ya había otros restos, pues junto a su cruz hay otra pero su nombre no es legible.

En 2006, con la confirmación de su muerte por parte de Ejecución de Penas y Medidas Judiciales de la entonces Secretaría de Seguridad Pública Estatal, el propio gobernador José Reyes Baeza señaló que para evitar cualquier tipo de especulación, como lo sucedido con la muerte de “La Foca” en 2001, médicos de Estados Unidos participarían en la necropsia, aunque no se pudo confirmar si se dio ese proceso.

Según la información que se difundió en medios de comunicación el día y posteriores a la muerte de  Abdel Latiff Sharif Sharif, el detenido presentaba complicaciones en su salud desde 2 años antes, que incluía frecuentes cuadros de depresión.

Una de las versiones sin confirmar y que registran varias de las notas periodísticas de la época, es que “El Egipcio” pagaba desde la cárcel hasta 2 mil dólares por mujer muerta a delincuentes en libertad, con la finalidad de desviar la atención y demostrar que seguían asesinándolas a pesar de que él estaba preso.

Sharif Sharif siempre alegó que era inocente, que policías ministeriales le habían sembrado pruebas en su domicilio y que incluso, le habían robado entre 13 y 17 patentes relacionadas a productos químicos que él mismo había creado durante su etapa laboral en Estados Unidos.

“El Destripador de Juárez” murió a los 59 años y pasó los últimos 11 en prisión, desde que fue detenido en Ciudad Juárez en el año 1995.

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