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La Boquilla no puede usarse para pagar deuda

Quieren sacar 10 veces más agua de lo que se debe: expertos

Salud Ochoa
El Diario de Chihuahua

viernes, 07 febrero 2020 | 06:00

Chihuahua— El agua almacenada en la presa La Boquilla no puede utilizarse para cumplir con el compromiso que México tiene con Estados Unidos a través del Tratado de Aguas firmado en 1944, porque el recurso ya estaba comprometido antes de que se diera dicho tratado, y, únicamente el excedente hídrico podría usarse.

De acuerdo con expertos en el tema, que pidieron omitir su nombre por temor a represalias, La Boquilla se construyó en 1916 con el objetivo de generar energía eléctrica y en 1932 se creó el distrito de riego 05 Delicias, llegando a dominar hasta 200 mil hectáreas. 

El tratado sobre la distribución de aguas internacionales entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América data del 4 de febrero de 1944, es decir, 12 años después, por lo tanto el agua de la presa no es susceptible de usarse para pagar dicho tratado, por estar ya comprometida. 

En el citado documento se específica que en el caso de “aguas comprometidas” se contabilizarán solamente los excedentes, lo que significa que sólo podrá utilizarse aquel recurso hídrico que quede después de que la presa cumpla con su objetivo primario.

Al día de hoy, con datos del CILA y la Conagua, México adeuda a Estados Unidos un volumen de 233.5 millones de metros cúbicos, de los cuales a Chihuahua le corresponde cubrir en promedio el 58 por ciento, lo que significa alrededor de 138 millones, cifras que los expertos señalan como “razonables o manejables y que no son motivo de preocupación”.

Ahora bien, es hasta octubre del 2020 cuando se cierra el ciclo quinquenal número 35, y el tratado establece que deben saldarse al 100 por ciento los adeudos al final de cada ciclo, por lo que a dicho mes México adeudaría 665 millones de metros cúbicos de agua, de los cuales a Chihuahua –como se explicó anteriormente– le tocaría aportar 386 millones de metros cúbicos de líquido.

“¿Por qué entonces la Conagua sin ninguna fundamentación legal le quiere extraer mil millones de metros cúbicos en 2020 a La Boquilla?”, cuestionan productores de la región centro sur del estado, quienes aseguran que el agua de La Boquilla y Vírgenes jamás ha sido utilizada para pagar el tratado.

Se ‘pierde’ el camino

En lo que compete al envío de líquido a Nuevo León y Tamaulipas, especialistas en hidrología de la propia Conagua han realizado estimaciones que concluyen que por cada metro cúbico desalojado de La Boquilla sólo 200 litros llegarían a Tamaulipas, ya que el resto se pierde a través de extracciones ilegales, filtraciones, fricción, evaporación y divagaciones de los cauces, que se encuentran en pésimas condiciones. 

Los entrevistados señalan que el cambio climático obligó a proscribir el ciclo otoño-invierno en las áreas de riego de Chihuahua. Este fenómeno –indican– está afectando igualmente a varios estados de México y Estados Unidos, en las Cuencas del Río Colorado y Río Grande pero, “si se trata de un fenómeno global que está causando una menor disponibilidad de agua en los estados fronterizos, especialmente en las presas Falcón y Amistad, ¿por qué sólo Chihuahua (que también es víctima del cambio climático) tiene que contribuir a mitigar la escasez de agua en otras entidades? ¿No es un problema que merece una revisión general sobre las nuevas condiciones imperantes en ambos lados de la frontera?”, cuestionan.

Que detengan robos, exigen

Por otra parte, hacen hincapié en que la Conagua debe adoptar acciones inmediatas para evitar el robo de agua, que suma hasta 300 millones de metros cúbicos, sustraídos desde la parte alta del Conchos y a lo largo del trayecto del río Bravo, donde existen cientos de tomas clandestinas que han sido toleradas y complacidas por la dependencia, con las cuales se riegan huertas nogaleras y grandes extensiones de cultivos de alfalfa. 

De igual forma, indican que se requieren medidas para evitar que sigan regando ilegalmente las superficies que la Conagua compró en el pasado a usuarios, mediante el Programa de Adecuación de Derechos de Uso de Agua (Padua) por cerca de 8 mil hectáreas en los distritos de riego 05 Delicias y 090 Bajo Río Conchos, y de las cuales más de la mitad se han vuelto a cultivar con agua robada y cuyo volumen también es importante.

A lo anterior se suma la existencia de una extracción ilegal de 120 mil litros por segundo, operada por una empresa minera de la presa Rosetilla y que se conduce por un acueducto para regar nogaleras en Hércules, Coahuila. 

“Rosetilla es la única presa en el país que tiene conectada su obra de toma al servicio de una empresa privada. La inconformidad de los usuarios y productores de la zona es creciente porque se trata de aguas comprometidas”.

De acuerdo con registros oficiales, el río Conchos de Chihuahua aporta más de la mitad del agua del tratado: 251 millones de metros cúbicos (Mm3) de los 431.721 Mm3 entregados anualmente en promedio a Estados Unidos desde 1944 a 2019. El porcentaje restante lo aportan los otros cinco principales afluentes del Bravo.

El Tratado de 1944 consigna que, en caso de sequía extraordinaria en los seis afluentes aforados mexicanos, los faltantes de agua que existan al final del ciclo aludido de cinco años se deberán reponer en el ciclo siguiente con agua procedente de los mismos tributarios. O sea que México tiene cinco años para reponer los faltantes existentes. Sólo se puede hablar de faltantes al término de un ciclo de cinco años consecutivos.

“En la historia del tratado sólo en cuatro ocasiones México no ha entregado el volumen comprometido. La primera en el ciclo octubre de 1953-octubre de 1958, la segunda en el ciclo junio de 1982-junio de 1987, la tercera en el ciclo septiembre de 1992-septiembre de 1997, y la cuarta que corresponde al ciclo 34 de los años del 2011-2015, en éste último se tuvo un déficit estimado de 324 millones de m3, que se saldó en el primer año del ciclo 35. En las primeras tres ocasiones el adeudo se ha saldado en el transcurso del ciclo siguiente, ya fuese porque se entregó el agua o porque se cancelaron los débitos”.

De lo anterior los productores y conocedores del tema señalan lo siguiente: 

n El pago del quinquenio 35 vence en octubre del presente año y significaría para Chihuahua aportar 386 millones de metros cúbicos que se saldarían a más tardar en septiembre, cuando el temporal lluvioso ya esté presente.

n Sería mucho más sensato, apegarse al acta 234 del CILA,que permite en casos como este que las aguas desalojadas de las presas se destinarán a pagar el tratado, y no sólo el 33% como está establecido, ya que los otros dos tercios se van a Nuevo León y Tamaulipas con altos índices de pérdidas por las razones aludidas. 

n Actualmente las presas tienen dos tercios de su capacidad; extraerles mil millones para los fines perseguidos por Conagua las dejaría con un tercio solamente, que es lo que usarán exactamente para cumplir con el ciclo primavera/verano 2020, y no les quedaría nada para el 2021.  

EN CORTO

n Al día de hoy, con datos del CILA y la Conagua, México adeuda a Estados Unidos un volumen de 233.5 millones de metros cúbicos

n De ese total, a Chihuahua le corresponde en promedio el 58%, o sea, 138 millones aproximadamente

n El tratado establece que en octubre se harían los pagos; este año México adeudaría 665 millones de metros cúbicos; Chihuahua tendría que pagar 386 millones de metros cúbicos.

n Según expertos, por cada metro cúbico que extrajeran de La Boquilla a Tamaulipas le llegarían sólo 200 litros

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