Estado

Intenta Gómez Farías dejar atrás la violencia

Una comandancia de Policía Municipal en total abandono y negocios cerrados son los vestigios de años de asedio

Staff
El Diario de Chihuahua

lunes, 02 marzo 2020 | 17:41

El Diario

Gómez Farías.- “Queremos que la gente sepa que Gómez Farías no es el municipio violento que se ha dicho, el municipio de la nota roja”, aseguró el pasado sábado el alcalde del citado municipio, Alen Muñoz, previo a la celebración de la Fiesta del Cazador y posterior al anuncio de una fuerte inversión, así como la llegada de la Cabalgata Villista, que -a decir de pobladores- tenía años que no pasaba por su cabecera debido a la violencia que asedió durante años este municipio. 

El alcalde es joven, odontólogo de profesión. Asumió el cargo en septiembre del 2018 como suplente del alcalde electo Juan Blas Godínez, luego de que este sufriera un atentado armado perpetrado por un solo sujeto dentro de su oficina, donde recibió un disparo en la cabeza que lo dejó con lesiones que lo incapacitaron en ese entonces incluso para moverse. 

Un año antes, el 9 de noviembre del 2017, su padre, también doctor, fue secuestrado por un grupo armado sin que hasta el momento exista justicia para alguno de los dos. Ese es el estigma del que habla Muñoz. El día del secuestro del doctor, el pueblo fue asolado por grupos armados que quemaron casas y vehículos, balearon patrullas y realizaron “levantones”. 

El consultorio del doctor Blas Godínez, que a decir de los vecinos era un personaje apreciado en la comunidad, pues atendía las distintas emergencias médicas sin miramientos, permanece vacío. 

El lugar ni siquiera se ha abierto, muestra de ello es la correspondencia que desde hace meses permanece por debajo de la puerta sin que nadie la haya recogido. Fue exactamente un año después de este incidente y tan solo un mes después del atentado a Godínez hijo, cuando en noviembre del 2018 ocurrió un asalto a la Comandancia municipal por hombres armados que concluyó con el robo de dos rifles de asalto y una pistola escuadra, además de tres aparatos de radiocomunicación y la comisaría baleada; no obstante, no hubo pérdidas humanas ni lesionados. 

Desde entonces nadie quiere ser policía municipal, reconoce el edil, por lo que las instalaciones donde otrora existiera este cuerpo de seguridad están vacías y en total abandono. Sin importar si existe el recurso para habilitar este cuerpo policiaco de orden local, nadie responde al llamado. 

“Ya nadie se quiere aventar esa bronca”, comentaron los pobladores. El edificio es, así, un duro reflejo de una ausencia de seguridad. Aunque luego del atentado sufrido fuera resanada su fachada, aún en el sitio permanecen algunas perforaciones de bala. 

En su traspatio una ambulancia abandonada, al igual que una de las patrullas, se cubre de polvo, inservibles ya. Ante esta situación el Mando Único de la Comisión Estatal de Seguridad asumió la tarea y permanece destacamentado en la región con cuartos de hotel como “cuartel” de operaciones. 

Alrededor de una veintena son los que patrullan -siempre en convoy- la zona. Sin embargo hubo renuencia. En junio del 2019 la CES informó de un enfrentamiento con civiles armados que agredieron a balazos a agentes estatales y militares. 

Tras la refriega huyeron, dejando abandonado armamento y equipo táctico que fue asegurado por las autoridades. A pesar de ello los pobladores coinciden con el alcalde: desde hace alrededor de tres meses para acá las cosas están más tranquilas. 

Casi con la entrada del nuevo año la ciudad se siente más segura, dicen. “La gente ya se ve más saliendo los sábado en la noche, hay movimiento. Antes no se veía un alma”, comentaron. Sí hay seguridad, precisan, aunque no lo atribuyen a la presencia de la policía estatal. Consideran que esta calma “no es de a gratis” y “nunca se sabe”. 

Sin embargo, luego de los años de violencia, los ciudadanos de Gómez Farías se sienten “con más calma, un poco más seguros”, dicen que si bien la violencia continúa en la zona serrana, sobre todo en Madera, aquí las cosas parecen volver a la normalidad. 

A ellos se une el alcalde, quien insiste en mostrar el mejor rostro del municipio de 12 mil habitantes que en su mayoría se dedican a la ganadería y a la agricultura, además de la industria manufacturera, pues existe una maquila. 

Así pues, se ha buscado incentivar el turismo con distintos eventos que buscan reanimar la comunidad y animar a los chihuahuenses a visitar este municipio que ofrece atracciones como la caza y la pesca, en sus distintas presas, pero también es un referente de comunicación carretera con otros municipios.

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