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Estado

Hoy los despiden con los ritos tarahumaras

Los sacerdotes jesuitas regresan al lugar en donde durante décadas propagaron la fe católica entre los indígenas

Hérika Martínez Prado / Enviada / El Diario de Juárez

domingo, 26 junio 2022 | 06:00

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Ciudad Juárez.— Para los rarámuri de la comunidad de Cerocahui, el padre Javier Campos Morales era su mayor guía espiritual, al que todos querían y respetaban; “siempre cantaba como el gallo: quiquiriquí, quiquiriquí”, por eso le decían “el padre Gallo”, recordó la maestra María del Carmen Salmerón. 

La originaria del poblado en donde el pasado lunes 20 de junio fueron asesinados los sacerdotes jesuitas Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, a quien llamaban “el padre Morita”, conserva todavía en su celular los videos de la última celebración de Semana Santa que pasaron los religiosos en el lugar en donde evangelizaron durante 51 y 23 años y adonde hoy regresarán para ser despedidos con los ritos tarahumaras. 

Cinco días después de su asesinato, los sacerdotes jesuitas fueron despedidos ayer en la capital del estado con una misa de cuerpo presente, para después regresar al lugar en donde durante décadas propagaron la fe católica entre los indígenas. 

Los dos sacerdotes volverán a pasar por el lugar en donde hasta ayer todavía permanecían los cordones amarillos de “Precaución”, junto a la carretera y luego unos 600 metros hacia dentro, sobre una brecha, continuaba otra zona acordonada, junto a guantes esterilizados, utilizados por los forenses. 

Reencuentro con su comunidad

Finalmente, los jesuitas se reencontrarán con la comunidad en donde trabajaron hasta morir a causa de la violencia. 

“Todos lo apreciábamos porque él siempre estuvo con nosotros”, recordó la maestra que enseña educación primaria a niños rarámuri, al recordar “al padre Gallo”.

Aunque el aviso fue que los cuerpos podrían llegar a Creel entre las 6:00 y 8:00 de la noche, ayer ella y otros pobladores llegaron a la plaza principal desde horas antes, para estar pendientes de su arribo. 

“Los van a recibir en la entada con globos blancos y el signo de la paz”, dijo al esperar la misa de cuerpo presente en la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes, en donde horas de su llegada se celebraron dos quinceañeras, cuya alegría contrastaba con la tristeza de quienes esperaban los cuerpos de los sacerdotes. 

Hoy los cuerpos estarán también presentes en la misa dominical de las 8:00 de la mañana en Creel, y luego serán trasladados hasta Cerocahui, en donde toda la comunidad los recibirá para despedirlos con los tradicionales ritos rarámuri, entre ellos la maestra Salmerón Corrales.

Ayer, también el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) condenó el asesinato de los dos sacerdotes jesuitas, así como del laico Pedro Palma, en sierra Tarahumara.

“Consternados, y compartiendo la profunda indignación de tantas personas, por los hechos de violencia que azotan al pueblo mexicano y por el asesinato de los padres jesuitas desde el CELAM expresamos nuestras sentidas condolencias y solidaridad con la Compañía de Jesús, con los familiares de las víctimas y con la Iglesia de México”, difundió en un comunicado de prensa. 

Piden celeridad en investigación

Mientras que los habitantes de Creel lamentaron la violencia que se viven en sus alrededores y gran parte de la Sierra Tarahumara, la agrupación latinoamericana hizo un llamado a las autoridades y al Gobierno Federal para que realicen con celeridad las investigaciones que conduzcan a la judicialización de los responsables el crimen y garanticen la seguridad de la comunidad de Cerocahui.

“Rechazamos y condenamos este infame crimen que enluta e indigna a toda la nación y a la Iglesia católica de nuestro continente, y lo hacemos abrazando y denunciando todas las múltiples expresiones de violencia, abuso y opresión que siguen teniendo lugar en toda nuestra región, las cuales lastiman siempre más a los más vulnerables y quienes caminan con ellos”, señaló.

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